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Más allá de los límites del crecimiento

Donella y Dennis MEADOWS – Jorgen RANDERS


 
Tomado de:
MEADOWS, Donella - MEADOWS, Dennis - RANDERS, Jorgen,
Más allá de los límites del crecimiento,
El País - Aguilar,
Madrid - Buenos Aires - México (1ª)1992, (3ª)1994

 

1

SOBREPASAMIENTO

El futuro ya no es lo que se esperaba que fuera, o lo que podría haber sido si el género humano hubiese sabido usar su cerebro y sus oportunidades con más eficacia. Pero el futuro aún puede convertirse en lo que deforma razonable y realista deseamos.

AURELIO PECCEI[1]

Overshoot es un término derivado del análisis de sistemas, de amplia difusión en la jerga económica, cuya equivalencia española es "sobrepasarse", aunque la fuerza del giro no sea equivalente. Overshoot (sobrepasarse) significa ir más allá de los límites inadvertidamente, sin habérselo propuesto La vida cotidiana está plagada de pequeños y no tan pequeños "sobrepasamientos". Un coche sobre una calle helada puede patinar y sobrepasar (hemos optado por "sobrepasar" en lugar de "rebasar", porque la primera se ha hecho de uso habitual en estos temas) una señal de stop. Si se come y se bebe muy de prisa, se puede ir demasiado lejos antes de que el cuerpo envíe señales claras de que se debe parar.

A una escala mayor, una flota pesquera puede llegar a ser tan grande y eficiente que expolie la fauna ictícola de la que depende. Los promotores de la construcción pueden erigir más urbanizaciones que las que la gente está en condiciones de ocupar o dispuesta a adquirir. Una empresa de electricidad puede generar más energía que la que la economía puede utilizar.

Las causas subyacentes del overshoot son siempre las mismas. En primer lugar, hay movimiento rápido, acción o cambio. En segundo lugar, existe algún tipo de barrera o límite más allá del cual el movimiento, la acción o el cambio no deben ir. En tercer lugar, hay dificultades de control por distracción, datos falaces, una retroalimentación retardada, [29-30] mala información, respuesta lenta o simple inercia. El conductor va demasiado de prisa como para que los frenos actúen adecuadamente sobre la carretera deslizante. La flota pesquera desarrolla su capacidad de captura a mayor velocidad que los datos sobre el crecimiento de la población ictícola. La empresa de electricidad decide con demasiada rapidez, en condiciones de excesiva incertidumbre, iniciar la construcción de proyectos que lleva mucho tiempo desarrollar.

Este libro trata del fenómeno del sobrepasamiento a una escala mucho mayor, la escala en la que la población humana y la economía extraen recursos de la tierra y emiten desperdicios contaminantes hacia el medio ambiente. Muchas de estas tasas de extracción y emisión han crecido hasta magnitudes insoportables. El medio ambiente ya no las puede sostener. La sociedad humana ha sobrepasado sus límites por los mismos motivos que otros sobrepasamientos se producen. Los cambios son demasiado rápidos. Las señales aparecen tarde, son incompletas, están distorsionadas, son ignoradas o se las niega. La inercia es grande. Las respuestas son lentas.

Tras el sobrepasamiento puede desencadenarse una cierta serie de consecuencias posibles Una de ellas, desde luego, es algún tipo de choque o crash. Otra es una rectificación deliberada, una corrección, una cuidadosa reducción de intensidad. Este libro explora esas dos posibilidades en cuanto atañen a la sociedad humana y al planeta que sostiene su actividad. Creemos que es posible una corrección y que puede desembocar en un deseable, suficiente, equitativo y sostenible futuro. También creemos que, si no se hace una corrección, un colapso de algún tipo es no sólo posible, sino seguro, y podría ocurrir dentro de las expectativas de vida de muchos de los que hoy en día asisten al espectáculo.

Éstas son afirmaciones tremendas. ¿Cómo hemos llegado a ellas? Hemos investigado las implicaciones a largo plazo de las actuales tasas de cambio en la sociedad humana con cuatro tipos de instrumentos de observación —cuatro lentes distintas para poder enfocar el mundo en diferentes formas, tal como las lentes de un microscopio y un telescopio permiten observar diferentes estructuras—. Tres de estos instrumentos de observación son comunes, fáciles de describir y de transmitir a otros: la teoría científica y económica estándar sobre sistemas globales; la información estadística sobre los recursos mundiales y el medio ambiente; y un modelo de ordenador que nos permita integrar esa información. La mayor parte de este libro describe el uso de estas lentes, cómo fueron utilizadas y qué fue lo que nos permitieron ver. [30-31]

Nuestra cuarta lente, probablemente la más importante, fue nuestra "cosmovisión", paradigma o forma fundamental de mirar. Todos tenemos una visión del mundo. Es siempre la determinante más decisiva de aquello que se ve. Y su descripción es casi imposible. La nuestra viene determinada por las sociedades industriales de Occidente en las que nos desarrollamos, por nuestra formación científica y económica, y por la considerable enseñanza recibida de los colegas en administración de recursos con quienes hemos trabajado en muchas partes del mundo. Pero el componente más importante de nuestro modo de ver o mirar, la parte que quizá sea menos ampliamente compartida, es nuestro punto de vista sobre los sistemas.

Un punto de vista sobre sistemas no es necesariamente mejor que cualquier otro, es simplemente distinto. Como cualquier punto de vista, como la cima de cualquier montaña a la que se asciende, permite ver algunas cosas que jamás se verían desde otro lugar, y al mismo tiempo impide la visión de otras. El estudio de sistemas nos ha enseñado a ver el mundo como un conjunto de modelos de comportamiento dinámico en desarrollo, tales como crecimiento, disminución, oscilación, sobrepasamiento.. Nos ha enseñado a centrarnos en las interconexiones. Vemos la economía y el medio ambiente como un solo sistema. Vemos stocks, flujos, retroalimentaciones y umbrales en dicho sistema, y todos ellos determinan la forma en que el sistema se comporta.

El punto de vista sobre sistemas no es el único modo útil de ver el mundo, y no es el único que hemos utilizado. Pero sí es uno que consideramos particularmente informativo y excitante. Nos permite aproximarnos a los problemas de nuevas formas y descubrir posibilidades insospechadas. Pretendemos compartir aquí sus principales conceptos con ustedes, para que puedan ver lo que nosotros observamos a través de esa lente y saquen sus propias conclusiones sobre el estado del mundo y las posibilidades para el futuro.

La estructura de este libro sigue la lógica de nuestro análisis del sistema global. No son necesarias las altas matemáticas para comprenderlo, como tampoco es necesario ser un experto en informática Ya hemos dicho que elsobrepasamiento se deriva de la combinación de cambio rápido, límites o barreras a dicho cambio, e imperfecciones de las señales sobre o las respuestas a esos límites. Examinaremos la situación global en ese orden: primero, el cambio global; luego, los límites planetarios; posteriormente, las formas en que la sociedad humana aprende sobre y responde a los límites. [31-32]

Comenzamos en el siguiente capítulo con el cambio rápido, que en el sistema global deviene básicamente del crecimiento de la población y la economía. El crecimiento ha sido el comportamiento dominante del sistema socioeconómico durante más de doscientos años. Por ejemplo, en la ilustración 1-1 se muestra el crecimiento de la población mundial, que continúa ascendiendo en forma cada vez más acelerada, pese a la caída de la tasa de natalidad en algunos países.

También crece la producción industrial, como demuestra la ilustración 1-2, a un ritmo más rápido aún que la población, a pesar de algunas caídas en las épocas de mayor incremento en los precios de los combustibles. La producción industrial ha crecido un poco más rápidamente que la población, con el resultado de una lenta e irregular mejoría en las condiciones materiales normales de existencia de la población.

Igualmente, han crecido diversas formas de contaminación. La ilustración 1-3 muestra sólo una, el incremento de dióxido de carbono en la atmósfera terrestre, resultado de la combustión de carburantes fósiles y de la deforestación. [32-33]

Otros gráficos a lo largo de este libro ponen de manifiesto el crecimiento en la utilización de fertilizantes, en las ciudades, en el consumo de energía, en el uso de materiales, y en muchas otras manifestaciones físicas de la actividad humana sobre el planeta. No todo crece al mismo ritmo. El ritmo de incremento del consumo de petróleo en el mundo se ha desacelerado, por ejemplo, mientras que la tasa de incremento en la utilización de gas natural se ha acelerado. En el cuadro 1 -A se muestran sólo algunos de los cambios materiales de los últimos veinte años. Como puede verse, el aumento del crecimiento varía, pero el crecimiento continúa siendo el patrón dominante

El predominio del crecimiento en la actividad humana no es un descubrimiento sorprendente. En realidad, la mayoría de las personas lo consideran algo digno de celebrarse. La mayoría de las sociedades, ricas o pobres, buscan alguna forma de expansión como remedio para sus problemas más importantes e inmediatos. En el mundo rico se cree en la necesidad del crecimiento para el empleo, la movilidad social y el progreso técnico. En el mundo pobre el crecimiento [33-34]económico se presenta como la única alternativa para salir de la pobreza. Y una familia pobre considera que una descendencia cuantiosa puede ser no sólo una fuente de alegría, sino también la esperanza de una mayor seguridad económica. Hasta que se encuentren otras soluciones para los verdaderos problemas del mundo, la gente se colgará de la idea de que el crecimiento es la clave de un futuro mejor, y hará todo lo que esté a su alcance para lograr un mayor crecimiento. Ésas son las razones psicológicas e institucionales para el crecimiento. También hay razones estructurales, insertadas en las conexiones mismas que mantienen unidas a población y economía. En el capítulo 2 se detallan y [34-36]analizan estas causas estructurales del crecimiento, sus implicaciones, por qué el crecimiento es hasta tal punto un comportamiento dominante del sistema mundial, y por qué el crecimiento resuelve sólo en forma ineficaz, si es que los resuelve en alguna medida, los problemas que se supone que debería enmendar. El crecimiento puede resolver algunos problemas, pero crea a su vez otros. Esto se debe a la existencia de los límites, objeto del capítulo 3.

La tierra es finita. El crecimiento de cualquier objeto físico, incluyendo la población humana, sus coches, sus edificios y sus chimeneas, no puede continuar indefinidamente. Pero los límites importantes al crecimiento no son los límites a la población, los coches, edificios o chimeneas, al menos no directamente. Son los límites al volumen global de insumos —los flujos de energía y materiales necesarios para mantener a la gente, los coches, los edificios y las chimeneas funcionando.

La población humana y la economía dependen de los flujos constantes de aire, agua, alimentos, materias primas y combustibles fósiles de la tierra. Emiten constantemente desperdicios y contaminación que vuelve a la tierra. Los límites del crecimiento son los límites de la habilidad de las fuentes planetarias para proveer ese flujo de materiales y energía, y los límites de los sumideros planetarios para absorber la contaminación y los residuos.

En el capítulo 3 examinamos, a través de los datos estadísticos globales, las condiciones de las fuentes y sumideros de la tierra. La conclusión de dicho capítulo destaca dos hechos, que constituyen la clásica combinación de malas noticias/buenas noticias.

Las malas noticias son que muchas fuentes cruciales están disminuyendo y degradándose, y que muchos sumideros están desbordándose. Los flujos de insumos globales que sostienen la economía humana no pueden mantenerse en su tasa actual de forma indefinida, y en algunos casos por poco tiempo más. Las buenas noticias son que las altas tasas actuales de insumos globales no son necesarias para mantener un nivel de vida decente [36-37] para toda la población mundial. Actualmente existen y son posibles cambios técnicos y una mayor eficiencia, que pueden ayudar a mantener la producción final de bienes y servicios mientras reducen en forma sensible la carga sobre el planeta. Hay muchas posibilidades, muchas formas de traer de vuelta a la humanidad desde más allá de los límites de la explotación de los insumos globales.

Pero ése no es el final de la historia. Esas posibilidades no se están realizando, al menos no con la suficiente rapidez como para que se logre un resultado a corto plazo. No se realizan porque no hay una razón obvia o inmediata para realizarlas. Ese tema se desarrolla en el capítulo 4, que estudia las señales que advierten a la sociedad humana de su condición de sobrepasamiento y la velocidad con la que la sociedad puede responder.

En el capítulo 4 se utiliza el modelo informático World3. Describimos la finalidad, la estructura, y el comportamiento de World3-

Mostramos qué es lo que ocurre cuando usamos el modelo para simular el sistema mundial tal como podría evolucionar si no se registran cambios estructurales, ni esfuerzos extraordinarios para pronosticar, ni mejoría de la señalización, ni resolución de los problemas antes de que se hagan críticos. El resultado de dichas simulaciones es no sólo el sobrepasamiento, sino el colapso.

Afortunadamente hay evidencia de que el mundo humano real es más competente que el modelo mundial simplificado del capítulo 4. En el capítulo 5 se relata la mejor historia que conocemos sobre la habilidad humana para prever el futuro, palpar los límites y retirarse. Describimos la respuesta mundial actual a las noticias del deterioro de la capa de ozono. La historia es importante, pensamos, por varias razones. En primer lugar, y lo más importante, ofrece esperanzas. En segundo lugar, ilustra cada uno de los puntos estructurales que hemos descrito sobre el sistema global: crecimiento rápido, límites, respuesta lenta (tanto en el sistema político como en el sistema natural) y sobrepasamiento. En tercer lugar, la conclusión de la historia no está aún clara y no lo estará durante décadas, motivo por el que resulta un relato aleccionador, una forma de ilustrar cuan traicionero es guiar la compleja economía humana a través del todavía más complejo sistema del planeta con una comprensión imperfecta, falta de visión y fuerte inercia.

En el capítulo 6 volvemos al modelo World3 y comenzamos a construir en él varias hipótesis sobre la inteligencia humana. Nos concentramos en ese capítulo en las formas del saber en las que mucha gente [37-38] tiene depositada una gran fe: tecnología y mercados. Rasgos importantes de estas dos significativas capacidades de respuesta humana ya están incluidos en el World3, pero en el capítulo 6 los reforzamos. Nos preguntamos: ¿Qué ocurriría si la sociedad mundial comenzara a asignar sus recursos seriamente al control de la contaminación, conservación de la tierra, salud humana, reciclado de materiales y eficacia en el uso de los recursos?

Descubrimos que estas medidas ayudan considerablemente. Pero no son suficientes. No alcanzan porque las respuestas tecnológicas y de mercado son lentas e imperfectas. Llevan tiempo, demandan capital, requieren flujos energéticos y materiales para sostenerse, y pueden ser desbordadas por los cambios incesantes que promueve el crecimiento. El progreso tecnológico y la flexibilidad del mercado serán necesarios, creemos, para llevar al mundo hacia la sostenibilidad. Pero se requiere algo más. Ese es el tema del capítulo 7.

En el capítulo 7 se usa el World3 para descubrir qué ocurre si los seres humanos complementan su habilidad con la sabiduría. Asumimos dos definiciones de "suficiente": una tiene que ver con el consumo de bienes materiales; la otra, con el tamaño deseable de la familia. Con estos cambios, combinados con los cambios técnicos que hemos asumido ya en el capítulo 6, el modelo de población mundial se estabiliza en unos 8.000 millones de personas. Todos esos 8.000 millones logran un nivel de bienestar material equivalente a grandes rasgos al de los habitantes actuales de Europa. Y, dando por sentados ciertos razonables avances futuros en la eficiencia del mercado y de la tecnología, los insumos globales materiales necesitados por ese sistema pueden ser mantenidos en forma indefinida por el planeta. En esta simulación, el sobrepasamiento es transformado en sostenibilidad. [38-40]

El concepto de sostenibilidad es tan ajeno al mundo contemporáneo acostumbrado al crecimiento, que nos tomamos algún tiempo en el capítulo 7 para definirlo y explicitar cómo puede ser —y qué es lo que no puede ser— un mundo de sostenibilidad. No vemos motivo alguno para que un mundo sostenible deje a nadie en la pobreza. Muy por el contrario, pensamos que un mundo de este tipo tendría tanto la oportunidad como la necesidad de proveer seguridad material a todos sus habitantes y a niveles más altos que los que se disfrutan en la actualidad. No creemos que una sociedad sostenible deba vivir en el estancamiento, ser aburrida, fija o inadaptada. No tiene por qué ser controlada de forma rígida, centralizada, uniforme, monolítica o antidemocrática. Lo que puede ser es un mundo con tiempo y recursos para corregir sus errores, para innovar y para desarrollarse sin crecer más allá de sus límites.

El último capítulo se deriva más de nuestros modelos mentales que de los datos o del modelo informático; es nuestro intento personal de dar una visión del estado sostenible e imaginar cómo llegar desde aquí hasta allí. Sabemos que ésa será una tarea compleja. De hecho creemos que será una revolución tan profunda como las revoluciones agrícola e industrial. Apreciamos la dificultad que supone encontrar soluciones sostenibles a problemas como la pobreza o el desempleo, para los que el crecimiento ha sido, hasta ahora, la única esperanza mundial. Pero también sabemos que el crecimiento no está desempeñando una labor eficaz para resolver estos problemas, que en cualquier caso el crecimiento no es sostenible, y que se pueden encontrar otras soluciones.

Todo lo que hemos aprendido de los datos globales, del ordenador y de nuestra propia experiencia, nos habla del acortamiento de los posibles pasos hacia el futuro durante los últimos veinte años en la medida que la sociedad humana ha ido desarrollándose más allá de sus límites.

Hay todavía, sin embargo, muchas elecciones, y esas elecciones son cruciales. La ilustración 1-4 muestra la enorme gama de posibilidades. El gráfico se ha derivado de la superposición de curvas para la población humana y bienes de consumo per cápita generados por todos los escenarios de ordenador que se presentan luego en el libro.

Muestra una gran variedad de pasos futuros. Incluye varios tipos de colapsos, y también transiciones suaves hacia estados más o menos sostenibles. No incluye el crecimiento continuo. Las elecciones consisten en llevar el peso de las actividades humanas sobre la tierra hasta un nivel sostenible por decisión humana, tecnología humana y organización humana, [40-41]o dejar que sea la naturaleza la que fuerce la reducción a través de la falta de alimentos, energía y materiales o por la existencia de un medio ambiente cada vez menos sano.

Hace veinte años, cuando escribimos Los límites del crecimiento, comenzamos citando a U. Thant, quien era entonces secretario general de Naciones Unidas:

No pretendo parecer excesivamente dramático, pero sólo puedo concluir, a partir de la información de que dispongo como secretario general, que los miembros de las Naciones Unidas disponen quizá de sólo diez años para subordinar sus viejas rencillas y crear una asociación global para reducir la carrera armamentista, mejorar el medio ambiente, frenar la explosión demográfica y dar el necesario empuje a los esfuerzos de desarrollo. Si no se forja una asociación de este tipo dentro de la próxima década, mucho me temo que los problemas que he mencionado puedan haber alcanzado tales proporciones que no esté a nuestro alcance ya controlarlos.

Quizá, pensamos mientras preparábamos esta segunda parte veinte años después, debiéramos sustituir esa cita por una visión más reciente y positiva, como ésta de la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo:

La humanidad tiene la capacidad de hacer sostenible el desarrollo: asegurar que hace frente a las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para hacer frente a sus propias necesidades[2].

Pero luego lo volvimos a pensar. Quizá U Thant tuviera razón. Quizá fue prematuro, y la época que le da realmente la razón es ésta. O quizá el mejor resumen de la era presente es la yuxtaposición de ambas citas.

Entre ambas recogen, de acuerdo con nuestro análisis y juicio, la enorme gama de posibilidades futuras y la importancia de las elecciones que están aún por hacer. [41-43]

 

2

LA FUERZA MOTRIZ: EL CRECIMIENTO EXPONENCIAL

He descubierto, para horror mío, que no he sido inmune a la ingenuidad acerca de las funciones exponenciales...

Aunque he sido consciente de que los problemas interrelacionados de pérdida de diversidad biológica, deforestación tropical, sequía de los bosques en el hemisferio norte y cambios climáticos crecen exponencialmente, creo que sólo este mismo año he realmente comprendido cuan rápidamente acelerada es su amenaza.

THOMAS E. LOVEJOY[3]

La primera causa de sobrepasamiento es el movimiento rápido, el crecimiento, el cambio. En el sistema global, la población, la producción de alimentos, la producción industrial, el consumo de recursos y la contaminación están creciendo. Por añadidura, crecen en forma cada vez más rápida. Su incremento sigue un patrón que los matemáticos denominan crecimiento exponencial.

La aproximación a muchas actividades humanas, desde el uso de fertilizantes hasta la expansión de las ciudades, puede hacerse mediante las curvas de crecimiento exponencial (ver ilustraciones 2-1 y 2-2). Las curvas pueden verse interrumpidas por fluctuaciones climáticas o económicas, cambios técnicos o convulsiones civiles, pero, en general, el crecimiento exponencial ha sido un rasgo destacado y habitualmente bien recibido de la actividad humana desde la revolución industrial.

El crecimiento exponencial es la fuerza motriz que impulsa a la economía humana a traspasar los límites físicos de la tierra. Está culturalmente engranado y es estructuralmente inherente al sistema global, y la estructura causal que lo produce está en el núcleo del modelo World3. En consecuencia debemos empezar por comprender sus matemáticas, sus "causas, su forma de desenvolverse en el tiempo. [43-44]

 

Las matemáticas del crecimiento exponencial

Tome un trozo de papel y dóblelo por la mitad. Ha duplicado su espesor. Dóblelo por la mitad una vez más para lograr que tenga un espesor cuatro veces mayor que al principio. Suponiendo que pudiera continuar doblando el trozo de papel hasta 40 veces, ¿qué grosor cree que acabaría teniendo? ¿Menos de un metro? ¿Entre uno y 10 metros? ¿Entre 10 y 1.000 metros?

En realidad no podría doblar un trozo de papel 40 veces, pero si de alguna manera pudiera doblar un trozo de papel 40 veces, podría hacerse una pila de papel lo suficientemente alta como para llegar desde la Tierra hasta la Luna[4]. [44-45]

Eso es crecimiento exponencial: duplicación, reduplicación y nueva duplicación, Casi todo el mundo se sorprende por este fenómeno, porque la mayoría de la gente piensa en forma lineal y piensa en el crecimiento como un fenómeno lineal. Una cantidad crece en forma lineal cuando se incrementa en cantidades constantes durante un período determinado de tiempo, Si una cuadrilla de trabajadores construye un kilómetro de autopista en una semana, el crecimiento de la carretera será lineal. Si un niño pone en su hucha 10 pesetas al año, sus ahorros crecen en forma lineal. En el incremento lineal la tasa de crecimiento es constante en un tiempo dado. No se ve afectada por la longitud de la carretera que ya ha sido construida o por la cantidad de dinero que ya hay en la hucha. [45-46]

Una cantidad crece exponencialmente cuando su incremento es proporcional a lo que ya existía. Una colonia de células de levadura en la que cada célula se duplica cada 10 minutos crece exponencialmente. Por cada célula, a cada 10 minutos habrá dos células. Tras otros 10 minutos habrá cuatro células, 10 minutos después habrá ocho, luego 16 y así sucesivamente. Cuantas más células de levadura haya, mayor será la cantidad de nuevas células cada 10 minutos.

Si el niño ha invertido 100 pesetas al 7% de interés anual (dejando acumular el interés rendido en la cuenta), el dinero invertido crecerá exponencialmente. Crecerá mucho más rápido en el largo plazo de lo que lo haría el crecimiento lineal del dinero en la hucha (ver ilustración 2-3). El interés del primer año será el 7% de 100 pesetas, es decir 7 pesetas, totalizando 107 pesetas en la cuenta. El año siguiente el interés será el 7% de 107 pesetas, es decir 7,49 pesetas, llevando el total en la cuenta a 114,49 pesetas. Un año más tarde el interés sobre esta cantidad será de [46-47]8,01 pesetas, y el total alcanzará a 122,50. Al décimo año la cuenta habrá alcanzado un total de 201,37 pesetas. Y así sucesivamente

El porcentaje añadido anualmente a la cuenta bancaria, o a cada 10 minutos a la colonia de levadura, es constante, pero no lo es la cantidad añadida. Se hace cada vez más grande a medida que la acumulación total de dinero o levadura se incrementa.

Las consecuencias sorprendentes del crecimiento exponencial han fascinado a los pueblos durante siglos. Hay una antigua leyenda persa sobre un cortesano que ofrendó a su rey un bello tablero de ajedrez y le solicitó a su señor que le diera a cambio un grano de arroz por el primer cuadro, dos granos por el segundo, cuatro por el tercero, y así sucesivamente.

El rey aceptó en seguida y ordenó que el arroz fuese traído desde sus silos. El cuarto cuadro del tablero suponía ocho granos, el décimo cuadro requería 512 granos, el decimoquinto 16.384 granos y el vigesimoprimero rendía más de un millón de granos de arroz. Al llegar al cuadragésimo, la magnitud de granos de arroz era ya de un billón. El pago solicitado por el cortesano jamás podría haberse cumplido porque suponía más arroz que el que podía haber en el mundo.

Hay un problema infantil francés que ilustra adecuadamente otra peculiaridad del crecimiento exponencial: la naturaleza aparentemente repentina con la que una cantidad en crecimiento exponencial alcanza un límite fijo. Suponga que es propietario de un estanque en el que crece un nenúfar.

La planta duplica su tamaño cada día. Si se permitiera a la planta crecer sin limitaciones, cubriría completamente el estanque en el plazo de 30 días, ahogando a cualquier otra forma de vida en el agua. Durante un largo plazo de tiempo la planta parece pequeña, por lo que uno no se preocupa por ella hasta que cubre la mitad del estanque. ¿Qué día ocurrirá eso?

El vigesimonoveno. Lo cual le deja un solo día para intentar salvar su estanque[5]. (El vigesimoquinto día la planta sólo cubre 1/32 del estanque; el vigesimoprimero cubre sólo 1/512 del estanque. Durante la mayor parte del mes la planta, aunque se duplica en forma permanente, es invisible o no sugiere consecuencias. Se puede ver en este simple ejemplo cómo el crecimiento exponencial, sumado a la falta de atención, ¡puede desembocar en elsobrepasamiento!.

Una cantidad que crece de acuerdo con los términos de una ecuación exponencial se duplica una y otra vez, y cada duplicación demanda el mismo tiempo que la anterior. En el caso del nenúfar el periodo de duplicación es de un día. El dinero invertido en el banco al 7% de interés se duplicará cada diez años. Hay una relación simple entre el tipo de interés, o la tasa de crecimiento en términos porcentuales, y el tiempo que tardará una [46-47]cantidad en duplicarse. El tiempo de duplicación es igual a 70 dividido por la tasa de crecimiento, como queda reflejado en el cuadro 2-1. [48-49]

Un niño nigeriano nacido en 1990 y que viva 70 años vería a la población de su país multiplicarse por ocho. Cerca del fin del próximo siglo habría más de 1.800 millones de nigerianos, 16 por cada uno de 1990. Para el año 2086 habría en Nigeria casi tres veces más habitantes que en todo el continente africano en 1990.

La única razón para hacer un cálculo de este tipo es convencerse de que semejante futuro nunca podría hacerse realidad. El crecimiento exponencial simplemente no puede proseguir y no proseguirá por mucho tiempo más.

La pregunta razonable es por qué se mantiene mientras tanto, y qué es lo que con mayor probabilidad lo puede detener.

 

Cosas que crecen exponencialmente

El crecimiento exponencial se produce por una de estas dos razones: porque una entidad que crece se reproduce a sí misma desde sí misma, o porque una entidad que crece es empujada por algo que se reproduce a sí mismo desde sí mismo.

Todas las criaturas vivientes, desde las bacterias hasta las personas, se encuentran en la primera categoría. Nuevas criaturas surgen de otras criaturas. Cuantas más criaturas haya, más nuevas criaturas pueden generarse.

Ilustramos la estructura del sistema de una población que se autorreproduce con un diagrama como el que sigue:

El recuadro sobre la población de levadura indica que se trata de un stock una acumulación de levadura, resultado de multiplicaciones pasa' das—-. Las flechas indican causalidad o influencia, que pueden ejercerse en [49-50] muchos sentidos, lin este diagrama la flecha superior quiere decir que nueva levadura fluye para incrementar el stock inicial. La flecha inferior significa que el tamaño del stock gobierna la generación de nueva levadura.

Cuanto más grande la población, mayor será la cantidad de nuevas células que se generen, mientras no ocurra nada que impida esta generación.

El signo (+) en el centro del bucle significa que las dos flechas juntas conforman un círculo de retroalimentación positiva. Un círculo de retroalimentación positiva es una cadena de relaciones causa-efecto que se cierra sobre sí misma de forma tal que un cambio en cualquiera de los elementos del círculo modificará aún más el elemento original en la misma dirección. Un incremento ocasionará un mayor incremento; una reducción implicará una mayor reducción.

En este sentido, "positivo" no significa necesariamente "bueno". Se refiere simplemente a la dirección de refuerzo de la influencia causal sobre el bucle. (De modo similar, los bucles de retroalimentación negativa, que se verán en un momento, no son necesariamente malos. De hecho, a menudo son estabilizadores. Son negativos en el sentido de que contrarrestan o modifican en sentido opuesto las influencias causales alrededor del círculo).

Un círculo de retroalimentación positiva puede ser un "círculo virtuoso" o un "círculo vicioso", dependiendo de que el tipo de crecimiento que ocasiona sea deseado o no. La retroalimentación positiva causa el crecimiento exponencial de la levadura en el pan, de un brote de peste en una cosecha agrícola, o del dinero en una cuenta bancaria con interés.

Toda vez que un círculo de retroalimentación positiva está presente en un sistema, el sistema tiene el potencial de producir crecimiento exponencial o declinación exponencial.

La presencia de un círculo de crecimiento positivo no implica que una población de levadura, gente, plaga, o dinero, deba crecer necesariamente en forma exponencial; sólo quiere decir que tiene la capacidad estructural de hacerlo. La tasa de crecimiento real se verá influida por muchas cosas, como los nutrientes (en el caso de la levadura), la tasa de interés (en el caso del dinero), la temperatura y la presencia de otras poblaciones (en el caso de las plagas), y, en el caso de los seres humanos, incentivos, desincentivos, metas y objetivos. La tasa de crecimiento real puede tener una gran variación en cada sitio y época. La capacidad estructural de crecimiento de una población puede mantenerse neutralizada por factores externos o por autorrestricciones. Pero el crecimiento de la población, cuando ocurre, es exponencial, hasta que algo lo detiene. [50-51]

Otra cosa que puede crecer en forma exponencial es elcapital industrial, mediante el cual designamos las maquinarias y fábricas que generan otras maquinarias y fábricas. Una planta siderúrgica puede fabricar el acero para construir otra planta siderúrgica, una fábrica de tuercas y tornillos puede fabricar las tuercas y tornillos que se utilizan para montar otras máquinas que producen tuercas y tornillos. Más fábricas hacen posibles todavía más fábricas, en el modo interconectado, autoabastecido y de abastecimiento cruzado hacia el que ha evolucionado la economía industrial contemporánea.

No es un accidente que el mundo se haya habituado a esperar que la economía crezca un cierto porcentaje por sí misma —3% o 5% más o menos— cada año. Ésta es una expectativa de crecimiento exponencial. Y puede hacerse realidad sólo porque el capital puede crearse a sí mismo desde sí mismo, es decir, tiene la capacidad de reproducirse.

Una economía crecerá exponencialmente toda vez que la capacidad de reproducción del capital no se vea constreñida por la demanda de los consumidores, por la disponibilidad de la mano de obra, por las materias primas o la energía, por la confianza de los inversores, por la incompetencia, por cualquiera de los cientos de factores que pueden limitar el funcionamiento de un complejo sistema de producción.

Como la población, el capital tiene la estructura de sistema (un círculo de retroalimentación positiva) para producir el comportamiento llamado crecimiento exponencial. Pero el capital tiene otros círculos de retroalimentación que también influyen en él, y otros posibles comportamientos. Todos saben que las economías no crecen siempre. Pero tienen una fuerte tendencia hacia el crecimiento, y la mayoría de ellas crece, siempre que les sea posible.

La población y el capital son maquinarias de crecimiento en el mundo industrializado. Otras cantidades, tales como la producción de alimentos, la utilización de los recursos, o la contaminación, tienden a incrementar exponencialmente no porque se multipliquen a sí mismas, sino porque sonarrastradas por la población y el capital. No hay autogeneración, circuito de retroalimentación positiva, que fuerce a los pesticidas en las aguas subterráneas a crear más pesticidas, o al carbón a reproducirse en el subsuelo para generar más carbón. Producir dos millones de toneladas de trigo no hace más fácil producir cuatro millones de toneladas de trigo, a menos que el proceso haya entrañado un aprendizaje o alguna innovación tecnológica. En algún punto y a medida que se alcanzan los límites, [51-52] cada duplicación de la producción de alimentos o de recursos extraídos por la minería, en lugar de hacerse más fácil, se hace más difícil que la duplicación anterior.

Por consiguiente, la utilización de recursos y energía, y la producción de alimentos, no han crecido por su propia capacidad estructural, sino porque una población en crecimiento exponencial ha estado demandando más alimentos, materiales y energía, y hasta ahora ha sido exitosa en su producción. De la misma manera, la contaminación y los residuos han crecido no a causa de sus propios procesos interiores de retroalimentación, sino porque son arrastrados por la creciente cantidad de materiales utilizados y energía consumida por la economía humana en crecimiento.

La población y el capital son capaces de crecimiento exponencial, y, a medida que crecen, demandan y facilitan el crecimiento de los insumos totales, materiales y energéticos, y la contaminación y emisión de residuos. Esto no es una suposición gratuita, es un hecho. Es un hecho estructural: los mecanismos a través de los cuales ocurre son conocidos. Es además un hecho observado: la población humana y el capital industrial, así como los flujos de insumos materiales y energía que los sostienen, han crecido vigorosamente, con sólo breves interrupciones, durante siglos.

 

Crecimiento de la población mundial

En el año 1650 la población humana se cifraba en torno a los 500 millones de personas. Crecía a una tasa del 0,3% anual, correspondiente a un periodo de duplicación de cerca de 250 años. En 1900 la población había alcanzado los 1.600 millones de personas y crecía a una tasa anual del 0,5%, con un periodo de duplicación de 140 años. En el año 1970 la población totalizaba 3.600 millones y la tasa de incremento poblacional había alcanzado el 2,1% anual. Eso no sólo era crecimiento exponencial, era superexponencial —la tasa de crecimiento crecía en sí misma. Crecía por una razón feliz: la tasa de mortandad estaba cayendo. También decrecían las tasas de natalidad, pero en forma mucho más lenta. Por lo cual la población crecía en forma acelerada

Entre 1971 y 1991 la tasa de mortandad continuó cayendo, pero la tasa de natalidad promedio comenzó a caer más rápidamente (ilustración 2-4). Aunque la población se elevó de 3.600 millones a 5.400 millones, la tasa de crecimiento cayó del 2,1% al 1,7%[6]. [52-53]

Ése es un cambio significativo, pero no quiere decir que el crecimiento de la población esté más próximo a un proceso de nivelación. En realidad, fueron añadidas más personas a la población mundial en 1991 que en cualquier año antes. El cuadro 2-3 muestra por qué.

La tasa de crecimiento de la población no ha caído con la rapidez con que ha crecido la base de la población. Motivo por el cual la cantidad de gente incorporada cada año sigue creciendo. El crecimiento es todavía exponencial, aunque a una tasa levemente menor. Los 92 millones añadidos en 1991 equivalen a añadir en ese solo año la población total de Alemania, más Austria y Suiza —o alrededor de seis ciudades como Nueva York—, o, con mayor precisión, ya que el 90% del incremento se produjo en el Tercer Mundo, equivalen a añadir en un solo año las poblaciones totales de México y Honduras —o alrededor de ocho ciudades como Calcuta. Aun con proyecciones sumamente optimistas sobre nuevas caídas en la tasa de natalidad, nos espera un enorme incremento de la población, especialmente en las naciones menos industrializadas (ilustración 2-5).

El diagrama de la estructura central de retroalimentación que gobierna el sistema poblacional se muestra debajo. [53-54]

A la izquierda está el bucle positivo que es responsable del crecimiento exponencial. Cuanto mayor la población, mayor será la cantidad de recién nacidos cada año. Cuantos más bebés, más grande la población. Tras un lapso de retraso en el que esos bebés se transforman en padres que pueden procrear, una mayor cantidad de niños puede nacer, incrementando aún más la población.

A la derecha hay otro ciclo de retroalimentación Este es negativo. Así como los ciclos positivos generan un crecimiento acelerado, los ciclos con retroalimentación negativa tienden a regular el crecimiento, para mantener un sistema dentro de dimensiones tolerables o para reducirlo a un estado estable. Un bucle de retroalimentación negativa propaga las consecuencias de un cambio en un elemento alrededor del círculo hasta que dicho elemento ocasiona una modificación en dirección opuesta al cambio inicial. [54-55]

El número de muertes cada año es igual a la población total multiplicada por la mortandad promedio —la probabilidad promedio de muerte a cada edad—. El número de nacimientos es igual a la población total por la tasa de fertilidad promedio. La tasa de crecimiento de la población es igual a su fertilidad menos su mortandad. Desde luego, la fertilidad y la mortandad humana no son constantes. Dependen de factores económicos, medioambientales y demográficos, como ingresos, educación, sistema sanitario, tecnologías de planificación familiar, religión, contaminación y estructura de edad de la población.

En consecuencia, los dos bucles de retroalimentación descritos antes pueden producir numerosos y diferentes comportamientos dinámicos. Si la fertilidad es más alta que la mortandad, la población crecerá en forma exponencial. [55-56]

Si la mortandad es más alta que la fertilidad, la población caerá hacia el cero.

Si la fertilidad es simplemente igual a la mortandad, los nacimientos serán iguales a las muertes y el tamaño de la población permanecerá constante, pese a que habría una rotación continua, un flujo de nuevas personas reemplazando a las antiguas. Esta condición de flujo estable se denomina equilibrio dinámico. [56-57]

Las poblaciones contemporáneas pueden reflejar cualquiera de esos comportamientos a lo largo del tiempo, y lo hacen. Las combinaciones de fertilidad y mortandad de las poblaciones humanas son tan variadas como las culturas e historias de las diversas naciones y grupos étnicos del mundo. Pero dentro de esta variedad hay unas pocas constantes:

• Algunas de las poblaciones menos industrializadas, como muchas de África, tienen todavía una muy alta mortandad y una fertilidad aún más alta. Su tasa de crecimiento anual de la población es de entre el 2% y el 3%, y puede aumentar si declina la mortandad.

• Poblaciones en un nivel intermedio de industrialización, como las de Brasil, Indonesia, Tailandia y Egipto, curiosamente tienen una baja tasa de mortandad, mientras que su tasa de fertilidad es todavía alta pero tiende a decrecer. Crecen de tasas moderadas a rápidas (1% a 4% al año).

• La mayoría de las sociedades altamente industrializadas, como las de Estados Unidos, Japón y Europa, tienen una baja mortandad, baja fertilidad, y una lenta tasa de crecimiento (menos del 1% anual). Las tasas de natalidad en algunos países europeos han caído recientemente por debajo de las tasas de mortandad, motivo por el cual dichas poblaciones muestran una muy lenta declinación.

Los demógrafos han postulado, a partir de este conjunto de patrones, una teoría denominada transición demográfica. De acuerdo con esta teoría, a bajos niveles de industrialización, tanto la fertilidad como la mortalidad son altas, y el crecimiento de la población es lento. A medida que mejoran los servicios sanitarios y la nutrición, caen las tasas de mortandad. Las tasas de natalidad siguen rezagadas durante una o dos generaciones, abriendo una brecha entre fertilidad y mortandad que produce un rápido crecimiento de la población. Finalmente, a medida que la vida y el estilo de vida de las personas evolucionan en un modelo plenamente industrializado, las tasas de natalidad caen también, y la tasa de crecimiento de la población vuelve a hacerse más lenta. [57-58]

En la ilustración 2-6 se muestra el modelo de seis países. Puede verse en dichos gráficos cómo las tasas de natalidad y mortandad en las grandes naciones industrializadas, como Suecia, caen muy lentamente.

La brecha entre ambas nunca fue muy grande; la población nunca creció a más de un 2% anual. Durante toda la transición demográfica, la población de la mayor parte de las naciones del Norte no creció nunca a una tasa mayor que el 5%.

En las naciones del Sur las tasas de mortandad cayeron mucho más tarde y en forma más rápida. Entre la tasa de natalidad y la de mortandad se abrió una gran brecha, y estas naciones están experimentando tasas de crecimiento de la población mucho más rápidas que cualquiera de las que hayan experimentado los países del Norte (con la excepción de Estados Unidos, que absorbió durante una temporada una fuerte corriente de inmigración europea). Las poblaciones de muchas de las actuales naciones industrializadas del Sur ya han tenido tasas de crecimiento de entre 5 y 10%, y siguen creciendo con rapidez. Sus transiciones demográficas están lejos de haber acabado, y el rápido crecimiento de la población puede ser en parte responsable de la lentitud de esas transiciones.

Los demógrafos discuten acerca de qué es lo que realmente ocasiona la transición demográfica, especialmente la dramática caída en la tasa de natalidad. La fuerza motriz es algo más complejo que los simples ingresos. La ilustración 2-7 muestra, por ejemplo, la correlación entre el Producto Interior Bruto (PIB) per cápita y la tasa de natalidad en varias naciones del mundo. Está absolutamente claro que hay algún tipo de relación entre la produccióneconómica per cápita y la tasa de natalidad.

Parece igualmente claro que hay algunas excepciones. China y Sri Lanka, por ejemplo, tienen tasas de natalidad anómalamente bajas para su nivel de ingresos. Varios países de Oriente Próximo tienen por el contrario tasas de natalidad excesivamente elevadas para ellos.

Los factores que se cree que tienen una relación directa importante en la caída de la tasa de natalidad no son tanto ios niveles nacionales de ingresos medios, sino más bien el grado en que esos ingresos modifican la vida de las familias, y especialmente la vida de las mujeres. Más importantes que el PIBper cápita son factores tales como la educación y el empleo (especialmente para las mujeres), la planificación familiar y la reducción de la mortandad infantil. China, Sri Lanka, Costa Rica, Singapur, Tailandia, Malasia, y varias otras [58-61]naciones, han demostrado que todos estos factores que tienen la propiedad de reducir la tasa de natalidad pueden ser provistos a la mayoría de las familias a bajos costes, pero sólo si una nación decide asignar sus recursos en ese sentido.

El crecimiento industrial no garantiza mejoras en el bienestar humano o reducciones en la tasa de crecimiento de una población. Pero puede ciertamente ayudar. Por lo tanto, es doblemente importante entender las causas y consecuencias del crecimiento industrial. [61-62]

 

Crecimiento de la industria mundial

El debate público de las cuestiones económicas está lleno de confusiones, muchas de las cuales provienen de la incapacidad de distinguir entre dinero, objetos reales que el dinero representa y distintas funciones que esos objetos reales desempeñan en una economía. Es necesario hacer claramente esas distinciones aquí. La ilustración 2-8 muestra cómo representamos la economía física en World3, y cómo hablaremos de ella en este libro.

Capital industrial significa aquí los medios físicos de producción, maquinas y fábricas que producen los bienes manufacturados. (Con la ayuda, desde luego, del trabajo, la energía, las materias primas, la tierra, el agua, la tecnología, las finanzas, la gestión empresarial y los servicios de los ecosistemas naturales del planeta. Volveremos sobre estos cofactores de la producción, especialmente la energía, las materias primas, la tierra, el agua y los servicios del planeta, en el siguiente capítulo). Hemos denominado producto industrial al flujo continuo de productos que es generado por el capital industrial.

Parte del producto industrial está destinado al consumo final: coches, vestimenta, radios, refrigeradores, viviendas. Parte del producto industrial toma la forma de brocas, pozos de petróleo, equipo de minería, oleoductos, petroleros. Todo este equipo destinado a la obtención de materias primas que permiten funcionar a todas las otras formas de capital lo hemos denominado capital para la obtención de recursos.

Parte del producto industrial es capital agrícola —tractores, henares, sistemas de regadío, cosechadoras—que genera el producto agrario, esencialmente comida.

Parte del producto industrial son equipos o edificios para hospitales, escuelas, bancos, tiendas al por menor. Este es el capital de servicios. El capital de servicios produce su propio flujo: atención sanitaria, educación y demás.

Y, finalmente, parte del producto industrial genera más capital industrial, que denominamos inversión industrial: más empresas siderúrgicas, generadores eléctricos, tornos y otras máquinas, que incrementan el stock de capital industrial para permitir una mayor capacidad de producción en el futuro.

Hasta aquí, todo lo mencionado es real, elementos físicos, no dinero. El papel del dinero es proveer información sobre costos y valores de todos los productos (el valor es asignado por los productores y consumidores que tienen poder en el mercado). Los flujos monetarios median y motivan el flujo de capital y productos físicos. El valor monetario anual de todos los [62-63]productos finales de bienes y servicios que se muestran en la ilustración 2-8 es el Producto Interior Bruto (PIB). Nuestro centro de interés en esta obra serán más los flujos físicos que los monetarios, porque los flujos físicos, y no los monetarios, están limitados por el sistema de apoyo de la tierra. Nos referiremos al PIB en varias cifras y cuadros, porque los datos económicos mundiales se conservan en términos monetarios, y no en términos físicos. [63-64]

Pero nuestro interés se centra en lo que el PIB representa: flujos materiales de capital, bienes industriales, servicios, recursos, y productos agrícolas.

Ya hemos dicho que el capital industrial es algo que puede crecer en forma exponencial por su propia capacidad de autogeneración. La estructura de retroalimentación que representa la autogeneración es similar a la que hemos dibujado para el sistema de población.

Una cantidad dada de capital industrial (fábricas, camiones, computadoras, equipos electrógenos, etc.) puede producir una cierta cantidad anual de producto industrial, mientras el trabajo, las materias primas, la energía y otros insumos necesarios sean suficientes. Algún porcentaje de la producción de cada año es inversión —telares, motores, cintas transportadoras, empresas siderúrgicas— que va a incrementar el stock de capital y, por lo tanto, a expandir la capacidad futura de producción. El porcentaje invertido es variable, como es variable la fertilidad humana, dependiendo de las decisiones humanas y de las restricciones económicas.

La retroalimentación positiva se muestra en la parte Í2quierda del diagrama anterior. Más capital supone más producción, parte de él es inversión, y más inversión crea más capital. El nuevo stock de capital ampliado puede generar aún más producción, y así sucesivamente. En este círculo de retroalimentación hay retrasos, ya que la planificación, financiación y construcción de los grandes bienes de capital, como vías férreas, empresas de electricidad o refinerías, puede llevar años, e incluso décadas.

El capital, como la población, tiene también un "ciclo mortal" además de un "ciclo de nacimiento". A medida que las máquinas e instalaciones industriales se desgastan o se hacen técnicamente obsoletas, son cerradas, desmanteladas y descartadas. [64-65]

La tasa de depreciación del capital es análoga a la tasa de mortandad en el sistema poblacional. Cuanto más capital está presente, mayor cantidad está expuesta anualmente al desgaste, por lo tanto habrá menos al año siguiente, a no ser que el flujo de nueva inversión sea suficiente como para reemplazar al capital depreciado.

Ya que está alimentado por bucles de retroalimentación similares, el capital es capaz de sufrir los tres modelos básicos de comportamiento de la población: crecimiento exponencial, declinación exponencial y equilibrio dinámico. Al igual que las poblaciones sufrieron una transición demográfica durante el proceso de industrialización, las economías [65-66]también sufrieron una transición a largo plazo. Las economías preindustriales son economías primariamente agrícolas y de servicios. A medida que comienza a actuar el ciclo del capital, crecen todos los sectores económicos, pero el sector industrial crece durante un tiempo a mayor velocidad.

Más tarde, cuando la base industrial ha sido construida, el crecimiento es más destacado en el sector de los servicios (ver ilustración 2-9).

Se dice a veces que las economías altamente industrializadas están evolucionando hacia "economías de servicios", pero en realidad siguen requiriendo una considerable base agrícola e industrial. Hospitales, escuelas, bancos, tiendas, restaurantes e instalaciones turísticas, forman parte todos del sector de servicios. Si alguna vez han observado los camiones que les llevan alimentos, papel, combustibles y equipos, o los camiones que arrastran los residuos sólidos desde estas instalaciones, saben que el moderno sector de servicios descansa sólidamente sobre una base de producción agraria e industrial.

Como en el sistema poblacional, el ciclo positivo del sistema de capital es fuertemente dominante en el mundo actual. El capital industrial ha ido creciendo en forma exponencial, más rápido que la población.

Durante los veinte años que median entre 1970 y 1990, la producción industrial creció casi el 100% (como muestra la ilustración 1-2). Ese crecimiento habría supuesto en promedio el doble de la producción industrial por persona en el mundo hace veinte años si la población hubiese sido constante, pero a causa del crecimiento de la población el promedio de producción industrial por persona sólo creció en un tercio.

 

Más pobreza, más gente, más pobreza

Si el capital crece más rápido que la población, eso querría decir, de acuerdo con la teoría de la transición demográfica, que el creciente nivel de vida de la población mundial está reduciendo la tasa de crecimiento de la población.

En alguna medida y en algunos sitios eso es exactamente lo que está ocurriendo. Pero ni el crecimiento económico ni la respuesta demográfica se están desarrollando con la rapidez que podrían hacerlo, y en algunas partes del mundo ambas en realidad están retrocediendo: el bienestar económico cae y la tasa de crecimiento de la población está estancada o crece. Esto se debe a la forma en que se distribuye el crecimiento en la economía industrial. [66-67]

La mayor parte del crecimiento económico tiene efecto en las naciones ya industrializadas. La ilustración 2-10 muestra las curvas de crecimiento el PIBper cápita para algunas de las naciones más pobladas del mundo.

Esas curvas reflejan cómo el crecimiento económico continúa produciéndose sistemáticamente más en las naciones ricas que en las pobres.

El Informe sobre Desarrollo del Banco Mundial para 1991 da un listado de 40 naciones en el mundo menos industrializado cuyos ingresos per cápita han caído durante la década de 1980. Estas naciones están habitadas por más de 800 millones de personas, casi tres veces la población de América del Norte, y casi un sexto de la población mundial[7]. [67-68]

Hay muchas razones para el estancamiento económico de las naciones y poblaciones pobres, y algunas de ellas tienen que ver con la injusticia sistemática, la opresión y la negligencia de aquellos que no son pobres; otras, con la falta de preparación, información, oportunidades, salud y capacidad de gestión en las naciones pobres. También hay razones que tienen que ver con la simple estructura de la población y el sistema de capital tal como lo hemos descrito en este capítulo.

Es mucho más fácil para las poblaciones ricas ahorrar, invertir y multiplicar su capital que para las pobres, no sólo por el mayor poder de las ricas para controlar las condiciones de los mercados, adquirir nuevas tecnologías y controlar los recursos, sino porque además siglos de crecimiento acumulado han construido en las naciones ricas un gran stock de capital que puede multiplicarse a sí mismo todavía más. La mayor parte de las necesidades básicas se han alcanzado, lo que hace posible tasas relativamente altas de ahorro e inversión sin empobrecer el presente. El menor crecimiento de la población en las naciones ricas permite que la producción se dirija esencialmente hacia la inversión

industrial, y menos hacia la inversión en los servicios necesarios para cubrir las necesidades sanitarias y educacionales de una población en rápida expansión.

En las naciones pobres el crecimiento del capital pasa momentos duros intentando equipararse con la tasa de crecimiento de la población por muchos motivos —porque el excedente invertible es canalizado hacia los inversores extranjeros, hacia el lujo de las élites locales, para el pago de deuda, o para una militarización exorbitante— y por- que hay demasiada pobreza, ineficiencia técnica y mala gestión para poder generar un excedente invertible en primer lugar. La población está atada a un patrón de mayor crecimiento sin lograr por ello un mayor enriquecimiento.

La estructura del sistema que une entre sí a la población y al capital es tal, que la conducta más común del sistema mundial es la que está contenida en el viejo dicho "los ricos se hacen más ricos y los pobres tienen hijos". No es por accidente que el sistema produce esta conducta; está estructurado pira hacerlo así, y continuará de esta forma, a menos que dicha estructura sea deliberadamente modificada El crecimiento de la poblaciónhace más lento el crecimiento del capital industrial al crear una demanda creciente de escuelas, hospitales, recursos y consumo básico, retrayendo de esta forma el producto [68-69] industrial de la inversión industrial. La pobreza perpetúa el crecimiento de la población al mantener a la gente en condiciones en las que carece de educación, de atención sanitaria, de planificación familiar, de alternativas, de una forma de salir adelante que no sea la de tener una familia numerosa y esperar que los hijos puedan aportar un ingreso o ayudar a la producción familiar

Las reuniones internacionales pueden estallar en apasionadas discusiones sobre cuál de las flechas en este ciclo de retroalimentación es más importante: la pobreza causa el crecimiento de la población, o el crecimiento de la población causa la pobreza.

En realidad ambas se influyen mutuamente, y pueden reforzarse entre sí en un proceso de retroalimentación positiva que desgasta hacia abajo, formando una trampa que perpetúa a los pobres como pobres y a la población en crecimiento permanente. Una consecuencia de esta trampa se muestra en la ilustración 2-11. La producción de alimentos en todas las partes del Tercer Mundo ha crecido en forma considerable en los últimos veinte años. En muchas partes se ha duplicado o triplicado. Pero, debido al rápido crecimiento de la población, la producción de alimentos por persona ha mejorado escasamente, y en África ha decrecido en forma continuada. En el periodo de 1985 a 1989 la producción de alimentos per cápita declinó en 94 naciones[8].

Los gráficos de la ilustración 2-11 muestran una doble tragedia. La primera es una tragedia humana. Un logro agrícola, un tremendo incremento en la producción de alimentos fue absorbido no en alimentar más a la población hambrienta, sino en alimentar a más población con hambre. La segunda tragedia es del medio ambiente. El incremento en la producción de alimentos fue a costa de la tierra, y ese coste hará que los incrementos productivos del futuro sean más difíciles. Debido a la trampa población-pobreza, un éxito agrícola se ha convertido básicamente en más desierto y más gente. [69-70]

Cualquier bucle de retroalimentación positiva que desgaste el sistema hacia abajo, puede, de todas formas, ser rectificado para que funcione en el sentido contrario. Más prosperidad, distribuida ampliamente, puede desembocar en un crecimiento más lento de la población, que puede conducir a una mayor prosperidad. Con suficiente inversión sostenida durante el tiempo necesario, con un sistema de precios justos para los productos y condiciones de mercado justas, con el incremento de la producción asignado a los pobres y especialmente a la educación y empleo de la mujer, una población puede salir de la pobreza.

Ese proceso se ha desarrollado de forma espectacular en algunos sitios. Pero la mayor parte de la población mundial continúa en la brega por salir de la trampa de la pobreza-población. Y, como indican las ilustraciones 2-10y2-ll, el patrón de crecimiento económico mantenido en las últimas décadas no los está ayudando.

La mente del hombre tiende a clasificar las cosas como "malas" o "buenas", y a mantener dichas clasificaciones fijadas en forma permanente. Durante generaciones tanto el crecimiento de la población como el crecimiento del capital fueron clasificados como "buenos". En un planeta escasamente poblado, con recursos abundantes, había excelentes razones para dicha evaluación. Ahora, con una crepuscular conciencia de los límites ecológicos, algunas personas desean clasificar todo el crecimiento material como "malo".

Pero la tarea de gestionar en presencia de los límites ecológicos demanda de la mente humana una mayor sutileza, una clasificación más cuidadosa. La gente más pobre necesita con desesperación más alimentos, viviendas y bienes materiales. La población más rica, con una desesperación diferente, trata de utilizar el crecimiento material para satisfacer otras necesidades, que son también muy reales pero inmateriales: necesidad de aceptación, autoestima, comunidad, identidad.

Carece de sentido, en esta era de crecimiento rápido en un planeta finito, hablar de crecimiento con aprobación sin cuestionamiento o con desaprobación sin cuestionamiento. En lugar de ello es necesario preguntarse: ¿Crecimiento de qué? ¿Para quién? ¿Por cuánto tiempo? ¿A qué precio? ¿Pagado por quién? ¿Cuál es la necesidad real aquí, y cuál es la forma más directa y más eficiente para que los necesitados puedan satisfacerse? [70-73]

Esas preguntas pueden indicar el camino hacia una sociedad que sea suficiente y equitativa. Otras preguntas pueden orientarnos hacia una sociedad que sea sostenible. ¿Cuántas personas pueden ser atendidas en este planeta? ¿A qué nivel de consumo material? ¿Durante cuánto tiempo? ¿Hasta qué punto está forzado el sistema físico que soporta a la población humana, la economía humana y todas las otras especies? ¿Cuán resistente es ese sistema de apoyo a esos tipos y cantidades de exigencias o tensiones?

Para responder a esas cuestiones, debemos mirar no al crecimiento, sino a los límites del crecimiento.

 

 

 

 


[1] Aurelio Peccei, Cien páginas para el futuro (Nueva York; Pergamon Press, 1981), 15. Peccei fue un líder de la industria italiana y el fundador del Club de Roma.

[2] A la comisión también se la conoce como Comisión Brundtland, por su presidenta, Gro Harlem Brundtland, primera ministra de Noruega. Comisión de Medio Ambiente y Desarrollo, Nuestro futuro común (Oxford; Oxford University Press, 1987), 8.

[3] Thomas E. Lovejoy. Mensaje plenario a la reunión anual del American Institute of Biological Sciences, 14 de agosto de 1988. Lovejoy es ecólogo tropical y subsecretario de Asuntos Internacionales de la Smithsonian Institution.

[4] Este ejercicio está descrito en J. Scott Armstrong,Long range forecasting (New York; John Wiley & Sons, 1985), 102.

[5] Debemos a Robert Lattes este cuento. Si quiere experimentar por sí mismo el fenómeno de saturación repentina, intente comer un cacahuete el primer día del mes, dos el segundo, cuatro el tercero, y así sucesivamente. ¡Trate de adivinar por adelantado qué día deberá abandonar este ejercicio!

[6] Population Reference Bureau, Hoja de datos de la población mundial (Washington D.C., 1991).

[7] Lester Brown, Estado del mundo 1992 (Nueva York; W.W. Norton, 1992), 176.

[8] Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), El estado de la alimentación y la agricultura 1990 (Roma; Naciones Unidas, 199D, 14

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