Chiapas visto por Pedro Casaldáliga:

"Comprendemos al pueblo desesperado que decide levantarse en armas": el obispo Casaldáliga.

Por Rodrigo Vera


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Aparición original: «Proceso», México, 31.1.94

Sao Felix do Araguaia, Brasil. "El conflicto chiapanero es una gran advertencia a la iglesia centralista latinoamericana y a los gobiernos neoliberales de la zona: es la irrupción de la presencia indígena que habían querido negar", afirma Pedro Casaldálig a, obispo de esta prelatura y uno de los máximos representantes de la Teología de la Liberación.

Nadie mejor que este misionero claretiano de cuerpo afilado y ojos café verdosos para comprender el conflicto en Chiapas. Al igual que Samuel Ruiz, obispo de San Cristóbal de las Casas, Casaldáliga ha sufrido la represión, las amenazas de muerte, las acus aciones de guerrillero y el hostigamiento del Vaticano por su defensa de la causa indígena.

En esta pequeña comunidad, situada en los márgenes del río Araguia y al inicio de la selva amazónica, Casaldáliga agrega:

"Cuando el pueblo toma la decisión de levantarse en armas, nosotros respetamos y comprendemos su gesto desesperado. Los pueblos indígenas saben sufrir en silencio. El movimiento en Chiapas demuestra que la fuerza indígena del continente es mucho mayor de lo que se había pensado. México debe gloriarse de ser indígena".

Y asegura convencido:

"Mientras haya pobres y marginados, y mientras exista el Evangelio, habrá Teología de la Liberación. Sólo desaparecerá el día que no quede a quién liberar".

- A la Teología de la Liberación se le daba por muerta con el derrumbe del socialismo en los países de Europa del Este. ¿Demostró su vigencia en Chiapas?

- La Teología de la Liberación apenas está naciendo. Sólo ha muerto para los desinformados o los ignorantes. Apenas tiene 20 años de estructuración, nada comparado con los veinte siglos que tiene la Iglesia Católica. Lo que sucede es que hay muchos int eresados en ahogarla en plena etapa de gestación.

Abunda: "La Teología de la Liberación se ha presentado de manera unilateral como si fuera sólo de carácter político y no espiritual. Las dictaduras militares, y ahora el pensamiento neoliberal, la limitan sólo a su aspecto social. Sin embargo, libera del pecado a nivel personal y de conciencia; libera de la esclavitud a nivel de estructuras sociales y, finalmente, de la muerte, esa última esclavitud vencida por la resurrección.

"Esta corriente teológica es el pensamiento cristiano acerca de Dios, pero a partir de las exigencias de la liberación. Se ha enfrentado contra las manifestaciones de la esclavitud y la injusticia. Ha dado énfasis a lo social. Ha nacido de los pasos del m ismo pueblo, de su sufrimiento y de su sangre, no de las cátedras universitarias. Los teólogos sistematizaron ese grito y esa violencia.

"La Teología de la Liberación abre a las reivindicaciones culturales de nuestros pueblos, oponiéndose al militarismo y después al neoliberalismo. Lucha contra el centralismo eclesiástico y el etnocentrismo, que más exactamente es eurocentrismo. Es una teo logía con los pies en el suelo, pecho a pecho con el pueblo. A la luz de la fe, vive el drama de la injusticia".

- Se le achaca que aprueba la violencia y el recurso de las armas.

- ¡Mentira! Siempre hemos estado contra la violencia. Prueba de ello es nuestra vocación de mártires, no de guerreros. Yo estoy a favor de la paz. Nunca voy a usar un arma. Es más, no sé cómo usarla.

Casaldáliga señala las ventanas y puertas de su casa, abiertas a la calle, abiertas al patio sombreado por un enorme árbol, bajo el cual hay una capilla descubierta, con una cruz multicolor en su altar. Suele orar ahí todas las mañanas. El aire sopla con libertad por la pequeña casa de ladrillo y de teja.

Afuera, con pantalones cortos, los lugareños circulan en bicicleta. Más allá, algunos reman o se zambullen en las aguas del ancho Araguia.

"Mire -dice- a mí pueden matarme cuando les dé la gana. Mi casa está abierta a todo mundo. Me han ofrecido guardaespaldas y siempre los he rechazado. Al luchador social Chico Méndez lo cuidaban guardaespaldas y ya ve, así lo mataron. Yo me he impuesto un pacifismo total.

"Sin embargo, no puedo decirle a un padre de familia que se cruce de brazos mientras ve cómo acribillan a su esposa y a sus hijos. Quienes nos censuran olvidan que la primera violencia es la institucionalizada. Esto fue lo que advirtió Samuel Ruiz, denunc ió la opresión cultural y étnica. No le hicieron caso y ahora quedó entrampado en la boca del volcán".

Al gobierno le estalló Chiapas

Casaldáliga ve a Chiapas como la prolongación centroamericana de la represión, la marginación, el militarismo y la revuelta indígena:

"Es un estado muy conflictivo, muy centroamericano. Desde 1986 he estado visitando los campamentos de refugiados guatemaltecos en Chiapas. Cada año viajo a Centroamérica y no encuentro ninguna diferencia con Chiapas. Me sorprendía que los gobernantes de M éxico, producto de una dictadura partidista que ya lleva muchos años, no vieran que ese neoliberalismo concertado con Estados Unidos fuera a afectar a ese pueblo pobre. La raíz del estallido está ahí. En una reforma agraria que ha quedado sólo en papel; e n miles de niños chiapanecos muertos por enfermedades curables, en la decapitación de liderazgos regionales; en tantas y tantas detenciones arbitrarias.

"México quiso medir su democracia basándose en gran parte en el control de la inflación. Hoy le llegó la hora de imponerse una democracia a fondo: económica, política, cultural. El aplastamiento militar y la represión no serán la solución. Tampoco las mer as promesas de la politiquería corrupta. Este brote armado cambió todo".

- Un sector del gobierno acusa a Samuel Ruiz de conocer la preparación del movimiento y, sin embargo, no haberlo denunciado.

- ¿Acaso el ejército no lo sabía mejor que don Samuel? Este, cuando menos, denunció las causas y ahora reprueba los métodos del ejército zapatista. La carta que le entregó al Papa fue profética. Cuando se les tenía prohibido gritar, Samuel Ruiz se hizo la voz de sus comunidades indígenas, ha estimulado sus esperanzas. Luego de 500 años, la situación en San Cristóbal de las Casas sigue igual. Las mismas denuncias de Fray Bartolomé de las Casas las retoma Samuel Ruiz. Dignamente heredó la misma sede epis copal.

Con Tomás Balduino, obispo de Goias y durante muchos años presidente del Consejo Indigenista Misionero (CIMI), de Brasil, y el benedictino Heriberto Hermes, obispo de Cristalandia, Casaldáliga viajará a México a ofrecer personalmente su apoyo al obispo Sa muel Ruiz. Participará, además, en la reunión del Secretariado Internacional Cristiano de Solidaridad con América Latina (SICSAL), que se efectuará en la ciudad de México, del 4 al 8 de febrero. Actualmente Samuel Ruiz y Casaldáliga ocupan, respectivament e, la presidencia y vicepresidencia del SICSAL, fundado por el obispo Sergio Méndez Arceo en 1980.

De 66 años, oriundo de Barcelona, España, y autor de más de 30 libros sobre teología, espiritualidad, crónicas de viaje y poesía, Pedro Casaldáliga destaca entre los obispos brasileños defensores de la Teología de la Liberación, entre los que se encuentra n el cardenal Pablo Evaristo Ams, arzobispo de São Paulo, Alofsio Lorscheider, cardenal y arzobispo de Fortaleza; José María Pires, de João Pesõa, Paraiba; Antonio Fragoso, de Crateus, en el Estado de Ceará, y el propio Tomás Balduino.


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