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Un enemigo vencido

1 Samuel 17

Oswell Augusto DOÑEZ DUARTE


 

Y ahí esta frente a nosotros erguido y aun mas desafiante que nunca presto a querer devorarnos, sabe que su fin a llegado, por eso trata de intimidarnos, pero no, no podrá con nosotros pues nuestro sueño es mas grande que el. Puede que nos tenga sitiados y afligidos por todo lo que haga, pero lo venceremos juntos porque nuestra esperanza, la esperanza de obtener un mundo mejor es posible y nos eleva de lo que es a lo que será.

Como siempre, día a día, el mal trata de robarnos el terreno, disfrazado de mil maneras trata de subyugarnos e implantarnos el temor y la incertidumbre. Con maquinaciones invade la estructura gubernamental de cualquier país y lleva a cabo la guerra preventiva o la guerra contra el terrorismo, colmando así nuestro presente de dolor, sin embargo sabemos que en medio de la destrucción y la desesperanza para muchos, la ultima victoria de Dios se manifestará en ese puñado de gente con visión, grupo de soñadores, constructores de un nuevo mundo.

El mal, presentado detrás de esa careta antigua, el terrorismo, se aparece hoy nuevamente y trata de amedrentarnos. Consume nuestras vidas pero no nuestra esperanza.

Aunque sintamos a veces el acicate del miedo, no tiene porque invalidarnos. El hecho de que muchos se conformen con un mundo desenfrenado, no quiere decir que nadie hará nada para demostrar que nuestro sueño es mas grande que ese gigante que consume nuestro presente y que puede ser vencido sin violencia.

Indignados ante el reto de aquel gigante los soñadores, locos para los conformistas, salimos al frente de la batalla rompiendo esquemas, totalmente seguros de poder construir ese mundo soñado, albergado tanto tiempo en nuestros corazones.

Hoy es el día decisivo, el sol brilla en todo su esplendor, nuestro archí enemigo ha vuelto a desafiarnos, pintando de rojo nuestras calles, mandando a pique a naciones con guerras estúpidas por tan solo querer obtener el poder, jóvenes acabados, niños abandonados.

Pareciera que estamos en sus manos, pero no, hoy, ese gigante no es mas que un enemigo vencido que será entregado en nuestras manos, porque Dios así lo quiso.

Es tiempo de adueñarnos del futuro soñado. Un mundo mejor. En las manos de Dios somos mucho mas que vencedores. Es hora de declarar al enemigo como rival vencido pues para los que sueñan y creen todo les es posible. No permitamos que ninguna amenaza nos atemorice. Ni respondamos al odio con odio. Crucemos el campo de batalla, demos el golpe final, derribemos ese único obstáculo que tenemos, la maldad. Puede que haya derrotas aparentes, pero Dios ganara la guerra y estamos del lado ganador.

 

Oswell Augusto Doñez Duarte

Lima, Perú

 


 



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