19 de marzo
San José, esposo de la Virgen María
Solemnidad
PRIMERA LECTURA
Yo seré para él padre, y él será para mí hijo
Monitor:
Hoy celebramos la solemnidad de san José. Dios escogió a José para que cuidara de Jesús, el hijo de María. José fue un hombre muy bueno. Venía de la familia de David, un gran amigo de Dios. La lectura que vamos a hacer nos dice como estuvo Dios preparando desde lejos el nacimiento de Jesús.
Lector:
Lectura del segundo libro de Samuel 7, 4-5a. 12. 14a
En aquellos días, recibió Natán la siguiente palabra del Señor:
—«Ve y dile a mi siervo David: "Cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que saldrá de tus entrañas, y consolidaré el trono de su realeza. Yo seré para él padre, y él será para mí hijo"».
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
Salmo responsorial: Salmo 88, 2-3. 4-5. 27 (R.: 2a)
Monitor:
Cantamos al Señor porque está cerca de nosotros, nos acompaña en el camino y así podemos ser amigos de Jesús.
Salmista:
R. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.
Cantaré eternamente las misericordias del Señor,
anunciaré tu fidelidad por todas las edades.
Porque dije: «Tu misericordia es un edificio eterno,
más que el cielo has afianzado tu fidelidad». R.
Sellé una alianza con mi elegido,
jurando a David, mi siervo:
«Te fundaré un linaje perpetuo,
edificaré tu trono para todas las edades». R.
Él me invocará: «Tu eres mi padre,
mi Dios, mi Roca salvadora». R.
EVANGELIO
Bajo con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad
Monitor:
Poco después del nacimiento, Jesús fue a vivir a Nazaret con sus padres y allí fue creciendo como uno de nosotros. Pero en Jesús había algo diferente a los demás hombres. Poco a poco fue dejando entrever a María y a José que su verdadero Padre era Dios y que, por encima de todo, había venido a cumplir su voluntad.
Sacerdote (o diácono):
Lectura del santo evangelio según san Lucas 2, 41-51a
Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua.
Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.
Éstos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca.
A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas; todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:
—«Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados».
Él les contesto:
—«¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?».
Pero ellos no comprendieron lo que quería decir.
Él bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad.
Palabra del Señor.