Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor
Introducción:
Los apóstoles son testigos de un acontecimiento único: Jesús crucificado está vivo para siempre (1ª lect.). Cantamos un cántico nuevo a Dios que resucitó a Jesús (sal.). Dios nos hace el regalo de creer que Jesús ha resucitado y vive para siempre (ev.)
PRIMERA LECTURA
Dios resucitó a este Jesús, y todos nosotros somos testigos
Monitor:
Cuando hemos visto algo, para que crean lo que nosotros contamos decimos que hemos sido testigos. Pedro y los otros apóstoles fueron un día testigos de un acontecimiento único en el mundo: Jesús estaba vivo. Dios lo había resucitado de entre los muertos y daba así la razón a Jesús y no a quienes le habían ejecutado. Hoy, domingo de Pascua, es un día de gran fiesta para los cristianos. Celebremos con alegría que Jesús está vivo: ha resucitado.
Lector:
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 2, 14a. 22. 23b. 32
El día de Pentecostés, Pedro, de pie con los Once, pidió atención y les dirigió la palabra:
—«Escuchadme, israelitas: Os hablo de Jesús Nazareno, el hombre que Dios acreditó ante vosotros realizando por su medio los milagros, signos y prodigios que conocéis, y vosotros, por mano de paganos, lo matasteis en una cruz.
Pues bien, Dios resucitó a este Jesús, y todos nosotros somos testigos».
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
Salmo responsorial: Salmo 97, 1-2a. 2b-3. 3b-4 (R.: 2b)
Monitor:
Jesús está vivo para siempre. Dios lo ha resucitado. Cantamos con alegría el poder de Dios que es más fuerte que la muerte.
Salmista:
R. El Señor da a conocer su victoria.
O bien:
R. Aleluya.
Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas:
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R.
El Señor da a conocer su victoria,
revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R.
Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera,
gritad, vitoread, tocad. R.
SEGUNDA LECTURA
Monitor:
Cuando un hombre no sabe por donde tirar en su vida, decimos que anda como en tinieblas: para no tropezar necesita acercarse a la luz. Hoy san Pablo nos dice que Cristo resucitado es la luz con la que podemos caminar despiertos y ver lo que agrada al Señor.
Lector:
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 5, 8b-11a. 14b
Hermanos:
Caminad como hijos de la luz —toda bondad, justicia y verdad son fruto de la luz—, buscando lo que agrada al Señor, sin tomar parte en las obras estériles de las tinieblas.
Por eso dice:
«Despierta, tú que duermes,
levántate de entre los muertos,
y Cristo será tu luz».
Palabra de Dios.
Aleluya
Cristo ha resucitado
y vive en medio de nosotros.
EVANGELIO
¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?
Monitor:
Esta noticia es tan «nueva» que no todos la aceptan. No obstante Dios nos regala gratis a todos la luz y la fuerza para creer que Jesucristo, el crucificado, ha resucitado. Pero cada uno es libre de creerlo.
Sacerdote (o diácono):
Lectura del santo evangelio según san Lucas 24, 1-6a. 9. 11-12
El primer día de la semana, de madrugada, las mujeres fueron al sepulcro llevando las aromas que habían preparado. Encontraron corrida la piedra del sepulcro. Y, entrando, no encontraron el cuerpo del Señor Jesús. Mientras estaban desconcertadas por esto, se les presentaron dos hombres con vestidos refulgentes. Ellas, despavoridas, miraban al suelo, y ellos les dijeron:
—«¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí. Ha resucitado».
Volvieron del sepulcro y anunciaron todo esto a los Once y a los demás. Ellos lo tomaron por un delirio y no las creyeron.
Pedro se levantó y fue corriendo al sepulcro. Asomándose, vio sólo las vendas por el suelo. Y se volvió admirándose de lo sucedido.
Palabra del Señor.