Cuaresma

Ciclo segundo
(Perspectiva penitencial)


 

Formulario I

 

Introducción:

Dios nos promete vida unida y feliz cuando acogemos sus mandatos como una luz para el camino (1ª lect). Deseamos, de verdad, escuchar su voz (sal). Jesús nos advierte que el camino para ser feliz es estrecho (ev).

 

PRIMERA LECTURA

Escucha, Israel, los mandatos y decretos que yo os mando cumplir

Monitor:

Al comenzar la Cuaresma, los cristianos escuchamos la promesa que Dios hizo a los israelitas. Dice así: «Viviréis y creceréis en la tierra que os voy a dar, formando un pueblo unido y feliz. Pero tenéis que hacer caso a los mandatos que os entrego como una luz para el camino».

También hoy cuando estamos a bien con Dios, es decir, le amamos y seguimos la luz de sus mandatos, se cumple entre nosotros la promesa. Vivimos más unidos.

 

Lector:

Lectura del libro del Deuteronomio 4, 1. 6-8

Moisés habló al pueblo, diciendo:

—«Ahora, Israel, escucha los mandatos y decretos que yo os mando cumplir. Así viviréis y entraréis a tomar posesión de la tierra que el Señor, Dios de vuestros padres, os va a dar.

Ponedlos por obra, que ellos son vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos que, cuando tengan noticia de todos ellos, dirán: "Cierto que esta gran nación es un pueblo sabio e inteligente."

Y, en efecto, ¿hay alguna nación tan grande que tenga los dioses tan cerca como lo está el Señor Dios de nosotros, siempre que lo invocamos? Y, ¿cuál es la gran nación, cuyos mandatos y decretos sean tan justos como toda esta ley que hoy os doy?».

Palabra de Dios.

 

SALMO RESPONSORIAL

Salmo responsorial: Salmo 94, 1 y 2. 7

Monitor:

Estamos en la presencia del Señor y le damos gracias por ello. También le suplicamos desde el fondo del corazón: «Haz, Señor, que escuchemos tu voz».

 

Salmista:

R. Haz, Señor, que escuchemos tu voz.

Venid, aclamemos al Señor,
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos. R.

Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que el guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz. R.

 

Aleluya Cf. Jn 6, 63c. 68c

Tus palabras, Señor, son espíritu y vida;
tú tienes palabras de vida eterna.

 

EVANGELIO

Tratad a los demás como queréis que ellos os traten

Monitor:

A todos nos gusta estar unidos a los compañeros pero, a lo mejor, no hacemos nada por conseguirlo.

Hay veces que sentimos de pronto como una chispa de luz que se enciende en nuestro corazón y empezamos a ver un camino hasta entonces escondido. Es como una voz que nos dijera: «Dale esto que te gusta tanto y a él le hará feliz; olvida y perdona la faena que te hizo; acércate a este compañero que está solo; ¿por qué no dedicas tiempo para hablar con el Señor? Y tú, ¿por qué no?».

Seguir esta invitación cuesta. Hay que dejar cosas. Jesús nos dice que es un camino estrecho. Quien entra y lo recorre con él hasta el final es feliz.

 

Sacerdote (o diácono):

Lectura del santo evangelio según san Mateo 7, 6. 12-14

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

—«No deis lo santo a los perros, ni les echéis vuestras perlas a los cerdos; las pisotearán y luego se volverán para destrozaros.

Tratad a los demás como queréis que ellos os traten; en esto consiste la Ley y los profetas.1

Entrad por la puerta estrecha.

Ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos entran por ellos.

¡Qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida! Y pocos dan con ellos».

Palabra del Señor.


1 La Ley y los profetas: Expresión empleada con frecuencia en el Nuevo Testamento para designar lo que hoy conocemos con el nombre de «Antiguo Testamento». Más raramente se dice también «Ley, profetas y salmos» (Lc 24, 44). Cuando Jesús menciona «la Ley y los profetas» se está refiriendo a toda la Sagrada Escritura. Volver.