2 de agosto
San Pedro Julián Eymard, presbítero
Memoria libre
O bien del Común de santos (para un religioso)
PRIMERA LECTURA:
Cada vez que coméis y bebéis, proclamáis la muerte del Señor
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 11, 23-26
Hermanos:
Yo he recibido una tradición, que procede del Señor y que a mi vez os he transmitido:
Que el Señor Jesús, en la noche en que iban a entregarlo, tomó pan y, pronunciando la acción de gracias, lo partió y dijo:
—«Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros. Haced esto en memoria mía».
Lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar, diciendo:
—«Este cáliz es la nueva alianza sellada con mi sangre; haced esto cada vez que lo bebáis, en memoria mía».
Por eso, cada vez que coméis de este pan y bebéis del cáliz, proclamáis la muerte del Señor, hasta que vuelva.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial: Salmo 147, 12-13. 14-15. 19-20 (R.: Jn 6, 58c).
R. El que come este pan vivirá para siempre.
O bien:
R. Aleluya.
Glorifica al Señor, Jerusalén;
alaba a tu Dios, Sión:
que ha reforzado los cerrojos de tus puertas,
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti. R.
Ha puesto paz en tus fronteras,
te sacia con flor de harina.
Él envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre veloz. R.
Anuncia su palabra a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos. R.
Aleluya y versículo antes del evangelio Mt 5, 3
Dichosos los pobres en el espíritu,
porque de ellos es el reino de los cielos.
Vosotros, los que me habéis seguido, recibiréis cien veces más
Lectura del santo evangelio según san Mateo 19, 27-29
En aquel tiempo, dijo Pedro a Jesús:
—«Nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos va a tocar?».
Jesús les dijo:
—«Os aseguro: cuando llegue la renovación, y el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, también vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis en doce tronos para regir a las doce tribus de Israel.
El que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, mujer, hijos o tierras, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna».
Palabra del Señor.