Natividad del Señor
Misa del día
Ciclos A, B y C
En las misas que se celebran el día de Navidad se utilizan los formularios aquí señalados; no obstante, se permite elegir las lecturas más aptas de una de las tres misas:Misa de medianoche, Misa de la aurora o Misa del día, teniendo en cuenta la conveniencia pastoral de cada asamblea.
PRIMERA LECTURA
Verán los confines de la tierra la victoria de nuestro Dios
Lectura del libro de Isaías 52, 7-10
¡Qué hermosos son sobre los montes
los pies del mensajero que anuncia la
paz,
que trae la Buena Nueva,
que pregona la victoria,
que dice a Sión: «Tu
Dios es rey»!
Escucha: tus vigías gritan,
cantan a coro,
porque ven cara a
cara al Señor,
que vuelve a Sión.
Romped a cantar a coro,
ruinas de Jerusalén,
que el Señor consuela a su pueblo,
rescata a Jerusalén;
el Señor desnuda su
santo brazo
a la vista de todas las naciones,
y verán los confines de la
tierra la
victoria de nuestro Dios.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial: Salmo 97, 1. 2-3ab. 3cd-4. 5-6 (R.: 3c)
R. Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas:
su
diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R.
El Señor da a conocer su victoria,
revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R.
Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R.
Tañed la cítara para el Señor
suenen los instrumentos:
con clarines y
al son de trompetas,
aclamad al Rey y Señor. R.
SEGUNDA LECTURA
Dios nos ha hablado por el Hijo
Lectura de la carta a los Hebreos 1, 1-6
En distintas ocasiones y de muchas maneras habló Dios antiguamente a nuestros padres por los profetas.
Ahora, en esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo, al que ha nombrado heredero de todo, y por medio del cual ha ido realizando las edades del mundo.
Él es reflejo de su gloria, impronta de su ser. Él sostiene el universo con su palabra poderosa. Y, habiendo realizado la purificación de los pecados, está sentado a la derecha de su majestad en las alturas; tanto más encumbrado que los ángeles, cuanto más sublime es el nombre que ha heredado.
Pues, ¿a qué ángel dijo jamás: «Hijo mío eres tú, hoy te he engendrado», o: «Yo seré para él un padre, y él será para mí un hijo?».
Y en otro pasaje, al introducir en el mundo al primogénito, dice: «Adórenlo todos los ángeles de Dios».
Palabra de Dios.
Aleluya
Nos ha amanecido un día sagrado;
venid, naciones, adorad al Señor,
porque hoy una gran luz ha bajado a la tierra.
EVANGELIO
La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros
Lectura del santo evangelio según san Juan 1, 1-18
En principio ya existía la Palabra,
y la Palabra estaba junto a Dios,
y la
Palabra era Dios.
La Palabra en el principio estaba junto a Dios.
Por medio de
la Palabra se hizo todo,
y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho.
En
la Palabra había vida,
y la vida era la luz de los hombres.
La luz brilla en
las tinieblas,
y las tinieblas no la recibieron.
Surgió un hombre enviado por Dios,
que se llamaba Juan:
éste venía como testigo,
para dar testimonio de la luz,
para que por él todos vinieran a la fe.
No era él la luz,
sino testigo de la
luz.
La Palabra era la luz verdadera,
que alumbra a todo hombre.
Al mundo vino, y en el mundo estaba;
el mundo se hizo por medio de ella,
y el mundo no
la conoció.
Vino a su casa,
y los suyos no la recibieron.
Pero a cuantos la
recibieron,
les da poder para ser hijos de Dios,
si creen en su nombre.
Éstos
no han nacido de sangre,
ni de amor carnal,
ni de amor humano,
sino de Dios.
Y la Palabra se hizo carne
y acampó entre nosotros,
y hemos contemplado su
gloria:
gloria propia del Hijo único del Padre,
lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de él
y grita diciendo:
«Éste es de quien dije:
"El que
viene detrás de mí
pasa delante de mí,
porque existía antes que yo"».
Pues de
su plenitud
todos hemos recibido,
gracia tras gracia.
Porque la Ley se dio por
medio de Moisés,
la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.
A
Dios nadie lo ha visto jamás:
Dios Hijo único, que está en el seno del Padre,
es quien lo ha dado a conocer.
Palabra del Señor.
O bien más breve:
Lectura del santo evangelio según san Juan 1, 1-5. 9-14
En principio ya existía la Palabra,
y la Palabra estaba junto a Dios,
y la
Palabra era Dios.
La Palabra en el principio estaba junto a Dios.
Por medio de
la Palabra se hizo todo,
y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho.
En
la Palabra había vida,
y la vida era la luz de los hombres.
La luz brilla en
las tinieblas,
y las tinieblas no la recibieron.
La Palabra era la luz verdadera,
que alumbra a todo hombre.
Al mundo vino, y en el mundo estaba;
el mundo se hizo por medio de ella,
y el mundo no
la conoció.
Vino a su casa,
y los suyos no la recibieron.
Pero a cuantos la
recibieron,
les da poder para ser hijos de Dios,
si creen en su nombre.
Éstos
no han nacido de sangre,
ni de amor carnal,
ni de amor humano,
sino de Dios.
Y la Palabra se hizo carne
y acampó entre nosotros,
y hemos contemplado su
gloria:
gloria propia del Hijo único del Padre,
lleno de gracia y de verdad.
Palabra del Señor.