Servicios Koinonía    Koinonia    Vd esta aquí: Koinonía> Boff > 070
 

 

Paradigma planetario

2004-06-25


  La globalización conlleva un fenómeno más profundo que el económico-financiero. Implica la inauguración de una nueva fase de la historia de la Tierra y de la Humanidad. Para entenderlo, el filósofo de las Ciencias Thomas Kuhn y el físico cuántico Fritjof Capra introdujeron en el debate la cuestión del cambio de paradigma. Sí, estamos cambiando de paradigma civilizacional. Con esto queremos decir que está naciendo otro tipo de percepción de la realidad, con nuevos valores, nuevos sueños, nueva forma de organizar los conocimientos, nuevo tipo de relación social, nueva forma de dialogar con la naturaleza, nuevo modo de experimentar la Última Realidad y nueva manera de entender al ser humano en el conjunto de los seres.

Este paradigma naciente nos obliga a realizar travesías progresivas: tenemos que pasar de la parte al todo, de lo simple a lo complejo, de lo local a lo global, de lo nacional a lo planetario, de lo planetario a lo cósmico, de lo cósmico al misterio y del misterio a Dios. La Tierra no es simplemente la adición de lo físico, lo vital, lo mental y lo espiritual. Ella contiene todas estas dimensiones articuladas entre sí, formando un sistema complejo. Esto nos permite entender que somos todos inter-dependientes. El destino común se ha globalizado. Ahora, o cuidamos de la Humanidad y del Planeta Tierra, o no tendremos ningún futuro. Hasta ahora podíamos consumir sin preocuparnos por el agotamiento de los recursos naturales, podíamos usar el agua como queríamos sin conciencia de su extrema escasez, podíamos tener cuantos hijos deseábamos sin temer la superpoblación, podíamos hacer guerras sin miedo a una catástrofe total para la biosfera y para el futuro de la especie humana. Hoy ya no nos está permitido pensar y vivir como antes. Si queremos sobrevivir en la biosfera tenemos que cambiar.

Para consolidar este nuevo paradigma es importante superar el fundamentalismo de la cultura occidental, hoy mundializada, que pretende tener la única visión de las cosas, válida para todos. La realidad, sin embargo, desborda de todas las representaciones, pues está llena de infinitas virtualidades que pueden realizarse bajo otras formas no-occidentales.

Por otra parte, el peligro que corremos nos da la oportunidad de reorganizar la Humanidad y toda la cadena de la vida de manera más justa y creativa. Esta creatividad está inscrita en nuestro código genético y cultural, pues sólo nosotros fuimos creados creadores y co-pilotos del proceso evolutivo.

El efecto final será una Tierra multicivilizacional, coloreada por todo tipo de culturas, de modos de producción, de símbolos y de caminos espirituales, acogidos todos ellos como legítima expresión de lo humano, con derecho de ciudadanía en la gran confederación de las tribus y de los pueblos de la Tierra.

Por eso hay que mirar hacia delante, recoger todas las señales que apuntan hacia un desenlace feliz de nuestra peligrosa travesía y gestar una atmósfera de buena voluntad y de hermandad que nos permita vivir mínimamente felices en este pequeño Planeta, escondido en un rincón de una galaxia media, en el interior de un sistema solar de quinta categoría, pero bajo el arco iris de la bondad humana y de la benevolencia divina.

Las palabras iluminadas de Vaclav Havel, ex-presidente de la República Checa, nos retan: “la tarea política central en los próximos años será la creación de un nuevo modelo de coexistencia entre las distintas culturas, pueblos, etnias y religiones, formando una única civilización interconectada”.

 

Leonardo Boff




  Portal Koinonia | Bíblico | Páginas Neobíblicas | El Evangelio de cada día | Calendario litúrgico | Pag. de Cerezo
RELaT | LOGOS | Biblioteca | Información | Martirologio Latinoamericano | Página de Mons. Romero | Posters | Galería
Página de Casaldáliga | La columna de Boff | Agenda Latinoamericana | Cuentos cortos latinoamericanos