Vida religiosa hoy

Joan Chittister.


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Contenido: La autora, benedictina de Erie, Pasadena, EEUU, publica en el «National Catholic Reporter» del 21 de febrero de 1992, pp. 14-15, una interpealcion a los religiosos catolicos. Resumen y traduccion de Francisco Ornelas Gutierrez, s.j.

Dicen que el cambio comienza cuando alguien vislumbra el siguiente paso. O mas bien cuando alguien alcanza a ver que el ultimo paso ya no funciona. Descubrir el siguiente se convierte en una bendicion, una carga y un reto.

Explorar el siguiente paso es una bendicion porque se puede dar el momento magico de embarcarse a lo desconocido con fuego y con entusiasmo. Y buscar es una carga pesada cuando el camino parece que no lleva a ninguna parte. Y es un reto porque nos confron ta con opciones nada faciles.

La revitalizacion de la vida religiosa ha sido las tres cosas. Acabando el Vaticano II, todo nos parecia posible, todo se experimentaba. Los religiosos empezaron a emerger de las sombras de la institucion, y a alejarse de los trabajos tan propios, anonimo s y funcionales del servicio social catolico para insertarse en las necesidades de un pueblo, no de un sistema.

Los religiosos rompieron las barreras denominacionales. Adquirieron voz en publico. Empezaron a operar dentro de la sociedad y hombro con hombro del resto del Pueblo de Dios. Abandonaron las estructuras y simbolos que procedian de una teologia dualista y descubrieron lo sagrado en lo secular.

Mas que nada, estaban seguros de que poniendose al dia, la vida religiosa se reanimaria, le darian sentido frente a este mundo, la harian atractiva para esta generacion, importante a los ojos de los demas.

Pero el mundo siguio su curso como si nada, algo molesto de haber perdido lo que habia llegado a ser mistica religiosa; otros, confundidos por un estilo de vida aparentemente todavia mas sin sentido que nunca. Y si no iban a encontrar mistica en la vida r eligiosa; ?para que entrar?

Lo que se decia mas de la vida religiosa era la edad promedio y la falta de vocaciones. Y algunos, mas interesados por los numeros que por el contenido, decian que la vida religiosa habia pasado ya de moda.

Por un tiempo, la mayoria del mundo religioso simplemente ni se movio. Los religiosos de Estados Unidos iban peligrosamente avanzados en el proceso, y pronto fueron descalificados por decadentes, o al menos por haberse equivocado seriamente.

En Sudamerica los religiosos estaban tambien profundamente comprometidos en el cambio, y fueron considerados por muchos como ingenuos al servicio de grupos politicos subversivos, mas que congregaciones bajo el impulso del Espiritu Santo.

Europa en su mayoria habia mantenido, sin embargo, un modelo de vida religiosa mas pre conciliar, y en los nuevos paises independientes la mayor parte de los religiosos no estaban interesados en el tema de la renovacion religiosa: demasiadas escuelas que abrir, demasiados pobres que atender, demasiados refugiados que acomodar, como para tener tiempo de preguntarse sobre el sentido de la vida religiosa.

En la mayor parte del mundo, la renovacion de la vida religiosa tomo mas el caracter de un simulacro de incendio, pero no de un incendio de verdad. Algo que habia que hacer pero no demasiado en serio.

Pues bien, se acabo el tiempo: los signos estan ahora por doquier. El simulacro se ha convertido en incendio. El sentido de pertenencia esta por los suelos en todo el mundo. Viejas instituciones religiosas se han vuelto obsoletas o han sido reemplazadas p or instituciones laicales. Nada mas en Irlanda, en octubre del ano pasado, se pusieron a la venta mas de 60 propiedades de comunidades religiosas.

Aun en el mundo en desarrollo, si el papel de la vida religiosa se considera sencillamente funcional, las necesidades son demasiadas y las vocaciones, insuficientes. Es decir, donde predomina el modelo occidental de vida religiosa del siglo XIX, los plane s de la sociedad y los de las congregaciones no coinciden y dejan a la gente sin apoyo, y a las comunidades sin relevancia social.

La cuestion es, por supuesto, si es todavia de alguna utilidad la vida religiosa en «la era del laicado».

O'Murchu (Diarmuid O'Murchu, «Religious Life: A Profhetic Vision») se basa en la evolucion historica de la vida religiosa y en la naturaleza de los conceptos de ciclos de vida institucional (muy en boga entre religiosos de Estados Unidos).

Subraya otras tres dimensiones que estan mas relacionadas con la situacion actual de la vida religiosa y dice que para ser efectiva ha de ser arquetipica, de vanguardia y profetica. Es decir, debe reflejar las mas profundas aspiraciones del espiritu human o de libertad, amor y justicia. Debe estar en el mundo sin ser del mundo. Debe ser critica de la sociedad en la que existe desde la perspectiva del evangelio y para el provecho de los pobres y los oprimidos.

La vida religiosa depende mucho mas de la finalidad y los valores del grupo que de las meras estructuras. No es posible renovarse sin cambiar: pero se puede sin renovacion.

Azevedo (Marcello de C. Azevedo sj, «Challenges to European Religious», en «Religious Life Review», Irlanda, 1992) pide a los religiosos europeos que se abran a los cambios de su situacion social, que levanten voces profeticas en su propia c ultura y que apoyen en vez de aplastar la nueva funcion de la vida religiosa fuera de Europa.

Que no se dediquen a las necesidades del pasado, sino que encaren los grandes problemas de la actualidad que plagan y dividen hoy a la gente.

Lo importante es que la vida religiosa esta a punto de renovarse y confronta dos opciones: la comodidad personal o la presencia profetica, compromisos individuales o congregaciones con carisma. Ninguna de las dos es facil.

El problema ya no son las estructuras de la vida religiosa: se las ha modificado cuanto se ha querido. El problema ahora es el compromiso de los religiosos mismos.

Si la preocupacion fundamental de cada religioso y de sus congregaciones, despues de tanto anos de adaptacion y de ajustes y desarrollo individual, es la comodidad, la seguridad, la espiritualidad privada, la conservacion de museos monasticos o antiguas i nstituciones apostolicas, ambos autores dicen que no hay razon para que exista ese tipo de vida religiosa.

Si comunidades de hoy desaparecen, algo nuevo seguramente seguira en su lugar, porque el papel de la vida religiosa es personificar y expresar los valores esenciales, los mejores, los valores ejemplares de la humanidad.

Dios nunca deja de «confortar a su pueblo», de enviarle un profeta, de levantar una voz en el desierto.

Una cosa es segura: hay mucha vida en esta muerte. En estos 25 anos han sucedido mas cambios en las comunidades religiosas que en todo lo que va desde principios del siglo XIX.

Lo que falta ver es si las comunidades en general van a seguir forjando vigorosamente, para un mundo a punto de mundializarse, una Iglesia entrampada en el sexismo y una nacion clasista o si, desgastados por la lucha de los ultimos 25 anos, y aficionados al calor del nido, se van a contentar con la pasividad, la privacidad y la comodidad personal.

El problema ahora no es ver si en cada comunidad tenemos unos cuantos profetas esforzandose por mantenerse activos bajo el peso muerto del pasado. El problema es si tenemos ahora comunidades profeticas que en conjunto sean un signo de esperanza, donde ni la edad ni el numero de religiosos estorbe su llamamiento o suprima sus voces, donde ni el quietismo ni la desesperacion oscurezcan los modelos alternativos que deben ofrecer, en cada epoca, a un mundo necesitado de alternativas.

La cuestion ahora es si hay en nosotros espiritualidad profunda, fundamentada, genuinamente evangelica para llegar, mas alla de nuestras plegarias personales, a edificar el Reino de Dios, que es a lo que nos llaman esa plegarias.

La Iglesia esta esperando. El mundo esta a la espera. Los jovenes estan buscando una vida religiosa tan insertada en el momento contemplativo que haga cosas significativas de modo significativo, en este decisivo momento de la historia.

Quieren ver si esta generacion de religiosos tienen algo que aportar en esta epoca, como lo hicieron ante los problemas del pasado.

Ahora tenemos la oportunidad de ser mas religiosos que nunca.

Preparado por 25 anos de cambios y adaptaciones cosmeticas, el mundo esta esperando ver si los religiosos van a dar el siguiente paso decisivo.


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