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PROFETISA ENCAPUCHADA

José Alvaro OLVERA IBARRA


 

Desde la Ciudad de México: Este texto lo hice después de trabajar años en el Centro de Apoyo para personas con VIH SIDA de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. Los nombres y los hechos son reales; los he releído a la luz de textos proféticos. Gracias por la Agenda y por la convocatoria.

 

 

Relato de la vocación

Irma, portadora del VIH y madre de 5 hijos, tenía su casita en Chimalhuacán, un municipio pobre que rodea a la Ciudad de México. En aquel tiempo la Ruah de YHWH vino sobre su sierva Irma, en el año tercero del reinado de Zedillo.

- Irma, Irma

- Aquí estoy, Diosito.

- He mirado la aflicción de mis hijos e hijas portadores del VIH o enfermos del SIDA y he decidido bajar a conseguirles medicamentos, despensas y exámenes médicos gratuitos. He aquí que Yo te envío a luchar por ellos. Tendrás que entrar a las oficinas de gobierno a arrancar la indiferencia y a plantar la misericordia. Destruirás el rechazo y la exclusión y construirás un espacio de acogida y aceptación amorosa

- Diosito, envía a otra, pues yo nunca he entrado al palacio municipal y no conozco la ciudad de Toluca donde vive el Gobernador. Seguro que encontrarás quién pueda cumplir tu misión mejor que yo.

- No temas, Yo estoy contigo y seré tu escudo. Dirás mis palabras y mi Ruah será tu fuerza.

- !Habla Diosito, quien no profetizará! ¡Ruge Diosito, cómo callarme! Envíame pues.

 

Primer oráculo

- ¡Ay de ti Presidente Municipal! Esto te dice Diosito: "Ganaste el poder diciendo que ibas a servir a los más pobres y en realidad no te ocupas de ellos; Alardeabas de ser de oposición y, a pesar de que tu municipio tiene el primer lugar en casos de VIH y SIDA en el Estado de México, las personas con VIH no te importan en lo más mínimo.

Lo que Yo quiero, oráculo del Señor, es que des el dinero necesario para realizar los exámenes de conteo de defensas a los más pobres de entre mi pueblo, que obtengan una despensa mensual y que exijas a los hospitales recibir a los enfermos del SIDA".

Pero el presidente municipal no quiso escuchar las palabras del Señor y no permitió que Irma entrara a las oficinas del palacio. Poco después se organizó una reunión en el Centro Médico Siglo XXI a la que acudiría el Secretario de salud.

Entonces YaHWéH dijo a Irma: "Ve y organiza a los enfermos y portadores, háblales de justicia y anímalos a que hagan un plantón en las calles aledañas al Centro Médico. Contacta a los medios de comunicación y denuncia las injusticias que mis hijos e hijas están sufriendo." Irma convocó a sus compañeros y les habló de organizarse, les dijo que YHWH estaba de su lado y que Él les daría el triunfo.

 

Capuchas blancas, moños rojos

Irma hizo una vaquita para comprar tela blanca y hacer unas capuchas. "El profeta de la selva lacandona usa capuchas negras, nosotros usaremos capuchas blancas. Llevaremos el moño rojo, símbolo internacional de la lucha contra el SIDA, y cerraremos las calles." Logró reunir 50 personas encapuchadas y cerraron la calle.

Irma y sus amigos se plantaron a la entrada del lugar y exigieron ver al Secretario. La policía no les permitía la entrada, comenzaron las discusiones y las palabrotas. Irma calmaba a la gente diciéndoles "Confiemos en Diosito, él no nos abandonará". La policía comenzó a golpear a los compañeros de Irma, desde los más sanos hasta los más enfermos. Carlos, muy malito de las piernas, fue derribado de su silla de ruedas.

Entonces la Ruah de YHWH vino sobre Irma quien, rompiendo una botella de vidrio, se hizo una cortada en la mano. "A ver si no nos dejan entrar, pinches azules. ¡Tengo SIDA! -gritó por encima de la turba y comenzó a esparcir su sangre como si fuera agua bendita- ¡Tengo SIDA! Al momento los policías echaron a correr por miedo a quedar contaminados por la sangre. La puerta del auditorio quedó sin guardias y los compañeros de Irma pudieron pasar.

Muchos otros signos hizo Irma, la mujer sierva de YHWH, muchas otras palabras ardientes dirigió a los poderosos. A pesar de que varias veces huyó al Peñón para escapar de las persecuciones y del desaliento, nunca se dejó vencer, su fe y su esperanza estaban firmemente ancladas en YHWH.

 

Lamentaciones de Irma

"!Ay de mí, pobre mujer enferma! ¿Porqué Diosito me envió a la batalla? Mis hijos no tienen quien los cuide, los he tenido que llevar a un internado para poder movilizarme entre semana. No puedo trabajar porque he salido en los periódicos y en la tele sin la capucha y todos me conocen. He tenido que huir de mi cuartito y refugiarme.

No tengo dinero, si no fuera porque los compas me dan una lanita no tendría ni pa´ los camiones. Llevo dos meses viviendo en el albergue de las hermanas, duermo en el piso de la sala porque las únicas camas están ocupadas con mis compas más enfermos. Mis hijos vienen a verme cada sábado y se tiene que conformar con lo que hay de comer. Mi corazón se me parte cada domingo que los veo irse al internado.

¿Hasta cuándo, Diosito chulo, tengo que aguantar? ¿Cuántas noches más voy a padecer estos afanes por tu causa? Mis piernas me duelen y hay días en que no quiero levantarme de la cama por la fiebre."

 

YHWH da la victoria

YHWH habló a Irma diciendo: "No desesperes, mira las nubes de la tarde y dime si habrá buen tiempo mañana." Irma salió de la casa y miró las nubes rojas como la sangre. "Habrá buen tiempo porque el cielo está rojo." YHWH contestó: "Así como las nubes rojas anuncian buen tiempo, así se cumplirán mis promesas de victoria. Mañana recibirás una visita y serás testiga de mi poder. ¡A expensas del presidente municipal y del gobernador mostraré mi gloria!"

A la mañana siguiente llegó Oscar, uno de los nuevos en el grupo, y, enterado de la situación de Irma, se la llevó a vivir a su casa, en el cuartito del patio; también la ofreció llevarla en su troca a cualquier sitio donde se necesitara pues por el momento él no tenía chamba. Con ayuda de Oscar, Irma pudo viajar a Toluca y hacer sus signos y proclamar sus palabras ante el gobernador.

Dos años tardó la lucha, pero al final YaHWéH concedió la victoria por medio de la presión pública. El gobernador cedió y se obtuvieron los exámenes médicos, las despensas mensuales y se firmó un acuerdo para que todos los centros de salud y hospitales de Neza recibieran a cualquier persona portadora y a cualquier enfermo del SIDA que solicitara atención médica.

 

Promesa de restauración

YHaWéH habló a su vidente Irma con estas palabras: "Juro por mi Nombre, oráculo de YHaWéH, que llegará el día en que nadie tenga que luchar por medicamentos, porque éstos se darán a todos los que necesiten. En mi día, dice YaHWéH, nadie tendrá que pasar hambre ni pedir despensa, porque habrá abundancia para todos. Nadie más tendrá que usar capuchas para esconderse de la exclusión, porque el conocimiento de YaHWéH, que es justicia, igualdad e inclusión, llenará la tierra.

Nadie más morirá abandonado porque el hospital no lo quiso recibir, porque todos y todas tendrán acceso a la seguridad social. Se invertirá menos en armas y en tropas - asesinas de indígenas - y se emplearán más recursos del presupuesto para cuidar la calidad y cantidad de vida de los más pobres.

Juro por mi honor, dice YHWH, que aplastaré sin compasión a quien trate de aumentar los impuestos de las cosas que los pobres más necesitan. Quien se oponga a la vida plena de mis hijos e hijas más pobres será tratado sin misericordia en el día terrible de YaHWéH.

Aquel día todos mis hijos e hijas compartirán la vida, la mesa y el hogar sin importar sus preferencias sexuales, ni su estado serológico, ni su credo. El rico tendrá que aceptar dejar de ser rico para compartir lo que egoístamente ha robado con sus injusticias. El poderoso tendrá que aceptar dejar el poder opresor, el ministro religioso tendrá que aceptar que mi misericordia y ternura es más grande de lo que él quiere aceptar, que mi perdón y mi reino es para todos los que él quisiera ver en el infierno. Yo, YaHWéH, lo juro y lo cumpliré."

 

Conclusión

Irma murió a causa del SIDA el año pasado. Logró hacer muchas cosas buenas a pesar de que nunca dejó a un lado las conductas que otros miraban como desordenadas. Murió en uno de los hospitales que más rechazaban a los enfermos, murió rodeada del amor de sus compañeros y compañeras. Irma dio la salud y la vida, literalmente hablando, para que otros tuvieran salud y vida. Por eso escribo esto, como una forma de mantener viva su memoria.

Irma está resucitada en la presencia de Dios, pero hay muchas realidades sociales ante las que YaHWéH reacciona llamando a otros y otras para enviarlos a transformarlas. Dios quiere un mundo justo e igualitario, ojalá que la vida de Irma pueda despertar las conciencias dormidas de muchos.

 


 



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