Servicios Koinonía    Koinonia    Vd esta aquí: Koinonía> Boff > 184
 

 

Una economía de pura ilusión

2006-09-08


  Ahora que han comenzado realmente las campañas electorales, en los discursos se oye, como un estribillo, recitado ritualmente por cada candidato, no sólo aquí sino en cualquier parte del mundo: «prometo crecimiento económico, distribución del ingreso e inclusión social». El acento recae siempre sobre el crecimiento económico, pues es el que hace posibles las otras promesas.

Nunca se pregunta cuántos bienes naturales podemos usar, cómo distribuirlos equitativamente y cómo crecer con y no contra la naturaleza, pues éste es el contenido real de la sostenibilidad. Esta visión, sin embargo, raramente aparece en la retórica oficial. A lo más, se proclama la propuesta del Informe Brundland de la ONU y de la Eco-92 de Rio de Janeiro, de «un desarrollo sostenible». Sólo que hoy es de sobra conocido que el desarrollo imperante llevado a efecto en los moldes capitalistas es todo menos sostenible. Está creando una economía de ilusión, pues está lanzando a millones y millones de personas al desempleo y la miseria, devastando la biodiversidad y amenazando gravemente las condiciones físico-químicas y ecológicas que aseguran el sistema de la vida.

Un documento libre de sospecha como el «Informe de la evaluación Ecosistémica del Milenio», en la que participaron miles de científicos, publicado por la ONU en el 2005, reconoce: «Las actividades antrópicas (humanas) están cambiando fundamentalmente -y en muchos casos de forma irreversible- la diversidad de la vida en el planeta Tierra… Las proyecciones y escenarios indican que estas tasas van a continuar o a acelerarse en el futuro… Es improbable que los actuales niveles de biodiversidad puedan mantenerse planetariamente en base solamente a consideraciones utilitarias». Y termina con estas inquietantes preguntas: ¿Hasta cuándo los sistemas del planeta podrán soportar la acción predatoria del ser humano? ¿Es posible revertir este proceso de degradación ambiental y social? ¿Cuál será nuestro futuro si seguimos manteniendo los modelos de producción y consumo actuales?

Científicos que hacen ciencia con conciencia, están reaccionando ante el clamor ecológico. Así el brillante físico Stephen Hawking, en su conocido libro «El universo en una cáscara de nuez», asevera: «El actual crecimiento exponencial no puede durar para siempre. ¿Qué va a pasar entonces? Una posibilidad es que nos exterminemos completamente por algún desastre como una guerra nuclear. Cuando una civilización alcanza nuestro estadio de desarrollo, se vuelve inestable y se autodestruye».

¿Por qué los políticos no toman en serio tales advertencias? Porque, en mi opinión, todos son rehenes ingenuos del paradigma cultural dominante que segmenta, opone y reduce la realidad, perdiendo completamente la visión del todo del Planeta y de la Humanidad. Cada uno ve sólo su pedazo, y lo explota a más no poder, sin darse cuenta de que ese pedazo es parte de la Tierra, nuestra Casa Común, totalmente olvidada.

De ahí la tendencia de muchos hoy en día a hablar menos de desarrollo sostenible y más de Tierra, ecosistemas y sociedades sostenibles. Es esto lo que finalmente cuenta. El desarrollo dominante tiende a hacer de la Tierra un Titanic a punto de hundirse.

 

Leonardo Boff




  Portal Koinonia | Bíblico | Páginas Neobíblicas | El Evangelio de cada día | Calendario litúrgico | Pag. de Cerezo
RELaT | LOGOS | Biblioteca | Información | Martirologio Latinoamericano | Página de Mons. Romero | Posters | Galería
Página de Casaldáliga | La columna de Boff | Agenda Latinoamericana | Cuentos cortos latinoamericanos